A Orson Wells, que soñó para sí
la adaptación cine de Doña Paula, madre del Magistral de La Regenta,
oigo que planeaba introducir, en su inacabada AL OTRO LADO DEL VIENTO, la
frase: “La edición es todo, lo máximo”.
Ignacio Quintana, exgerente
Urbanismo-Madrid con TIERNO/E. Mangada, tan buen editor/director en la parisina
CUADERNOS DEL RUEDO IBÉRICO y en SIGLO XXI ESPAÑA, al que ya Oviedo debe mucho
en la clandestinidad y, más próximamente, en Arqueológico (¡Qué buenas
declaraciones de nueva directora!), Biblioteca de EL FONTÁN (¡Adelante,
también, nuevo director! ¡Cuánto recuerdo a Lorenzo R. Castellanos!) y
versiones foráneas de Clarín, redobla magnífica recopilación de KRK, DOS
MUSEOS EN EL OVIEDO ANTIGUO Y OTROS DOS EXTRAMUROS. Es librín de
culto para los que, desde Alarcos, Avello, Cachero, Juan Benito… tenemos a
Oviedo por la bien novelada (entre últimas, Juegos de billar, Una
ciudad bajo la lluvia y Los agujeros del gusano), ciudad de poetas
(González, G. Nieto, Bousoño, Gamoneda, Botas, G. Martín, Neira, Munárriz,
Pelayo Fueyo, Herrero, Bello…) que no todavía la bien museada a falta
del objetivo de Quintana/KRK.
Varios escribieron NADIE SE
ACORDARÁ CUANDO ESTEMOS MUERTOS, contra lo que se rebelan los museos, fijación
de memoria colectiva que supera fugaz turismo y espejismo narcisista
generacional del Arte. En Oviedo falta MUSEO DE LA CIUDAD, bendito empeño
QUINTANA, que encontré en la tan distinta Helsinki.
Amistades otrora comunes del
acumulado talento ovetense (Juan Cueto, Fernando Corugedo, Ángel González,
Jaime Herrero, los Álvarez, los Vigil, los Menéndez de Llano, Paloma y Cheni
Uría…) me unieron más, si cabe, a este Quintana que, tal nombre astur
indica, es acento de finca tan de aquí, mejor sólida columna.
Y con el sobreentendido permiso
del que fuera segunda autoridad de la Cultura Española, me permito exigir reflexión
para el porvenir de la obra atesorada por Manzanares en Prau Picón,
Vaquero Palacios en Segovia y el también fabuloso Lombardero en Esplutgas. Y
contar con la valiosísima colección CAJASTUR, que ha rememorado Jaime Llanes,
tras oligopolio Unicaja y la de Tasili, hoy en Somao.
Hay demasiado sitio sin
aprovechar para soportar metas culturales ovetenses, ya en el martillo de
Santa Ana, la Fábrica del Gas, el sin terminar Bellas Artes, el Palacio de
Toreno, el del Duque del Parque, donde residenció el mejor Apostolado del
Greco, el que fuera Archivo Provincial/ Las Pelayas, la Casona de Pérez Jiménez
en la escalinata Seminario, Cajastur, plena de espacios no financieros, La
Vega, el caserón universitario, el Palacio del Sol, el Tabularium…
Vale, por supuesto, la idea urbanista y metafórica de MANZANA, y aún POMARADA.
La portada de Milo Rico
insinúa doble torre, inacabada y soñada, sobre la que yo mismo, a requerimiento
de Alberto Polledo/La Balesquida, divagué con imagen que daba el antiguo
ventanal de Rúa-15. El desaparecido Martínez Radío la plasmó en lienzo
historicista que guarda el registrador Antonio García-Pumarino.
La edición, reafirma KRK, es
todo, lo máximo. ¡Viva Orson, incluso inédito!
¡Sí al Museo de la Ciudad!