Quim Monzó, siempre genial y desenfadado, sostiene que el Alcalde Joan Clos ha pedido al ciutadà que salga cada mañana “bien pixat y bien cagat”.
No sé si será una petición apócrifa, pero a determinado diputado, buen barcelonés, no le vendría mal el consejo tras su esplendorosa intervención del último Pleno.
Y es que su señoría tuvo la ocurrencia de solicitar el voto para incorporar a España entre los países donde hay significativos actos de homofobia y xenofobia. España se equipararía en esas fobias a Polonia, que está en el punto de mira. El diputado, buen chico, que incluso suele ser muy buen parlamentario, no tuvo su mejor momento de inspiración y comparanza. Se le fue la desmesura, cuando la España de ZP es el ejemplo al que aspiran los europeos en materia de igualdad de derechos. Enseguida, nuestros decanos, Medina y Obiols, se levantaron para oponerse con la dignidad de sus trayectorias impolutas. Simultáneamente, en la bancada de la derecha, Méndez de Vigo, y aún en la de Izquierda Unida-Willy Meyer- carraspeó con incredulidad y desaprobación la iniciativa del de Iniciativa. A la asunción de la sinonimia popular entre polaco y catalán, Vázquez Montalbán dedicó uno de sus últimos libros.
En Estrasburgo, cuando Borrell hace sonar los timbres para llamar a votación, hay dos problemas de inadecuación de los edificios: Los ascensores se llenan sin poder con tanto personal en busca de su escaño, y, casi a la vez, se abarrotan los urinarios próximos al hemiciclo. Para lo primero la solución es el llamado “efecto medina” (tomar el ascensor para subir, que luego bajará contigo sin preocuparte del barullo que se acumula en las plantas); para aligerar la cola del w.c hay peores remedios. Uno es la continencia. Debería haberla practicado el diputado verde cuando tuvo la ocurrencia. El próximo Estrasburgo le llevaremos flores con los colores del arco iris. La maceta se puede introducir con disimulo, sin que los ujieres, vestidos a manera de los somelieres de restaurante de lujo, te llamen la atención. Se diría un simple regalo de cumpleaños. Será, sin embargo, para que no mee fuera de tiesto y el Alcalde Clos mantenga su divisa de higiene para los barceloneses, fuera y dentro de la Condal Ciudad.
lunes, 26 de junio de 2006
lunes, 19 de junio de 2006
Viñas
Hace ya muchos años, mis amigos Marisa Olalde y José Luis Marrón me pusieron sobre la pista de un autor fundamental para desentrañar claves de la España contemporánea: Ángel Viñas. Ahora he tenido el privilegio de conocerle aquí, en Bruselas, donde Ángel simultanea su trabajo en las instituciones europeas con la continuación de su magna obra intelectual.
Prevenido por un asturiano militante, Ignacio Bernardo, Consejero de la Embajada española, he asistido a un curso semanal que el Profesor Viñas impartió sobre la guerra civil en el Centro Pablo Iglesias, que preside Antoine Queró, y en la Casa de Asturias. Ha sido un ciclo de calidad expositiva y documental que deja huella de este setenta aniversario de la contienda incivil.
Viñas, catedrático de Economía Aplicada, es un trabajador empedernido. Acaba de publicar en la Editorial Complutense un testimonio básico sobre su experiencia comunitaria: "Al Servicio de Europa. Innovación y crisis en la Comisión Europea", prologado por Enrique Barón, ex presidente del Parlamento Europeo.
Los datos y las reflexiones aportados por Viñas son imprescindibles para conocer aspectos poco historiados todavía de la hora europea que nos precede. Me resulta especialmente aleccionador el análisis de la crisis generada por la dimisión del Presidente Santer y de su comisión. Viñas estudia pormenorizadamente los antecedentes y concluye: "1999 fue, sin duda, el más extraño en la historia de la integración europea".
Viñas es riguroso. Jamás haría lo que un colega de la historiografía que acaba de plagiar en la tercera de ABC un largo párrafo de Borges. Todo en él es original y genuino.
Como Director de la Comisión, se ha dedicado especialmente a las relaciones con América Latina. Ha vertido también opinión sobre un tema crucial: la laberíntica designación del alto personal de las instituciones. Tras la crisis Santer, las plazas directivas, que se proveían por cuotas de países miembros, sufrieron una radical reforma, impulsada por el Vicepresidente británico Kinnock, con supuestos criterios de eficiencia. Ese paso benefició esencialmente a Gran Bretaña y Francia en detrimento de España, Italia, Alemania… Afrontar estas cuestiones exige conocer bien de dónde se parte; en definitiva: conviene leer el libro de Ángel Viñas, como fuente imprescindible, además de amena.
Prevenido por un asturiano militante, Ignacio Bernardo, Consejero de la Embajada española, he asistido a un curso semanal que el Profesor Viñas impartió sobre la guerra civil en el Centro Pablo Iglesias, que preside Antoine Queró, y en la Casa de Asturias. Ha sido un ciclo de calidad expositiva y documental que deja huella de este setenta aniversario de la contienda incivil.
Viñas, catedrático de Economía Aplicada, es un trabajador empedernido. Acaba de publicar en la Editorial Complutense un testimonio básico sobre su experiencia comunitaria: "Al Servicio de Europa. Innovación y crisis en la Comisión Europea", prologado por Enrique Barón, ex presidente del Parlamento Europeo.
Los datos y las reflexiones aportados por Viñas son imprescindibles para conocer aspectos poco historiados todavía de la hora europea que nos precede. Me resulta especialmente aleccionador el análisis de la crisis generada por la dimisión del Presidente Santer y de su comisión. Viñas estudia pormenorizadamente los antecedentes y concluye: "1999 fue, sin duda, el más extraño en la historia de la integración europea".
Viñas es riguroso. Jamás haría lo que un colega de la historiografía que acaba de plagiar en la tercera de ABC un largo párrafo de Borges. Todo en él es original y genuino.
Como Director de la Comisión, se ha dedicado especialmente a las relaciones con América Latina. Ha vertido también opinión sobre un tema crucial: la laberíntica designación del alto personal de las instituciones. Tras la crisis Santer, las plazas directivas, que se proveían por cuotas de países miembros, sufrieron una radical reforma, impulsada por el Vicepresidente británico Kinnock, con supuestos criterios de eficiencia. Ese paso benefició esencialmente a Gran Bretaña y Francia en detrimento de España, Italia, Alemania… Afrontar estas cuestiones exige conocer bien de dónde se parte; en definitiva: conviene leer el libro de Ángel Viñas, como fuente imprescindible, además de amena.
sábado, 17 de junio de 2006
Artículo de La Nueva España. Declaraciones sobre la alianza de Arcelor con Severstal
Gijón, J. L. ARGÜELLES
El eurodiputado socialista y ex alcalde de Oviedo Antonio Masip cuestionó ayer, en la línea de los gobiernos de Luxemburgo y de Valonia, la alianza que plantea la dirección de Arcelor con el magnate ruso Alexei Mordashov para hacer frente a la opa hostil del presidente de la anglo-india Mittal Steel, Lakshmi N. Mittal.
«No me gustan mucho las maniobras de Arcelor para defenderse». Masip aseguró que Mordashov, que controla el 90 por ciento de la siderúrgica Severstal, no le ofrece confianza. «No es un ejemplo modélico», señaló, tras subrayar que, a su juicio, el empresario ruso ofrece un perfil de «financiero especulativo». Teme que se pueda producir una descapitalización de Arcelor.
El eurodiputado hizo estas manifestaciones en la Casa del Pueblo de Gijón, donde ofreció una charla a los militantes socialistas sobre las relaciones entre Asturias y Europa. «Desde la Unión Europea podríamos haber hecho más por la defensa de Arcelor», indicó, tras criticar la política siderúrgica seguida por el Gobierno de Aznar y, en concreto, por la de su ministro de Economía y actual director gerente del Fondo Monetario Internacional, Rodrigo Rato. «Se hizo una entrega vergonzante del capital de Ensidesa». Para Masip, las instituciones de la UE deben defender el modelo industrial y laboral europeo frente a otras propuestas económicas, como las que representan Mittal o Mordashov. «Confío en la fiscalización de los sindicatos».
El eurodiputado socialista y ex alcalde de Oviedo Antonio Masip cuestionó ayer, en la línea de los gobiernos de Luxemburgo y de Valonia, la alianza que plantea la dirección de Arcelor con el magnate ruso Alexei Mordashov para hacer frente a la opa hostil del presidente de la anglo-india Mittal Steel, Lakshmi N. Mittal.
«No me gustan mucho las maniobras de Arcelor para defenderse». Masip aseguró que Mordashov, que controla el 90 por ciento de la siderúrgica Severstal, no le ofrece confianza. «No es un ejemplo modélico», señaló, tras subrayar que, a su juicio, el empresario ruso ofrece un perfil de «financiero especulativo». Teme que se pueda producir una descapitalización de Arcelor.
El eurodiputado hizo estas manifestaciones en la Casa del Pueblo de Gijón, donde ofreció una charla a los militantes socialistas sobre las relaciones entre Asturias y Europa. «Desde la Unión Europea podríamos haber hecho más por la defensa de Arcelor», indicó, tras criticar la política siderúrgica seguida por el Gobierno de Aznar y, en concreto, por la de su ministro de Economía y actual director gerente del Fondo Monetario Internacional, Rodrigo Rato. «Se hizo una entrega vergonzante del capital de Ensidesa». Para Masip, las instituciones de la UE deben defender el modelo industrial y laboral europeo frente a otras propuestas económicas, como las que representan Mittal o Mordashov. «Confío en la fiscalización de los sindicatos».
martes, 13 de junio de 2006
Intervención en el pleno del Parlamento Europeo el 12 de junio de 2006
Señor Presidente, un diputado del PPE puso en duda las garantías democráticas para un juicio justo en España. Creo, por el contrario, que España debe ser considerada como paradigma de la defensa de los derechos de los justiciables, lo que no puede decirse, precisamente, de otros países. Concretamente, como ha dicho el señor Watson, estamos muy preocupados por lo que está ocurriendo en Guantánamo, y aprovecho mi intervención para denunciar que el señor Emilio González, vocero del Presidente Bush para emigración y ciudadanía, en mi ciudad, Oviedo, de la que he sido alcalde, ha declarado que Guantánamo es el paradigma de los derechos humanos; eso es algo que no podemos tolerar y creo que la Unión Europea no puede mirar para otro lado, como lo hizo una generación anterior respecto al holocausto.
lunes, 12 de junio de 2006
Santafé de Antioquia
El Parlamento Europeo nos envió a los eurodiputados Andrikiené (PPE) y Birutis (liberal), ambos lituanos, y a mí a Medellín como observadores para las elecciones presidenciales de Colombia. En un país con parte de su territorio ocupado por organizaciones violentas y mafiosas el desarrollo de una democracia plena tiene serios obstáculos. La situación, no obstante, ha mejorado sensiblemente con respecto a comicios anteriores.
Entre otros, nos entrevistamos con el Gobernador de Antioquia,
Aníbal Gaviria, cuyo hermano Guillermo, que le precedió en el cargo, fue secuestrado y asesinado hace tres años. El Gobernador respondió con naturalidad a las preguntas que le formulábamos sobre la pluralidad política de jurados e interventores y la falta de intimidad para el elector en el momento de rellenar su papeleta. En esas condiciones, las elecciones transcurrieron, si dejamos al margen alguna connotación plebiscitaria, con participación y normalidad emocionantes. El ejercicio del sufragio reflejaba una fuerte voluntad popular de asentar la democracia. La colombiana y eminente Misión Electoral de Observadores (MOE), compuesta por dos mil estudiantes, profesores y sindicalistas, apoyados, entre otros, por la Universidad de los Andes, alegó que era más difícil el derecho de voto en las elecciones legislativas y municipales, donde se hacen más patentes las presiones de caciques, guerrilleros y paramilitares.
Nos trasladamos también a la zona rural, donde visitamos Santafé de Antioquia, que conserva la hermosa huella de la arquitectura colonial. Recibimos allí las cultas explicaciones de la Alcaldesa Janeth, una dinámica joven de 27 años, y de Nelson Osorio, que tiene magnífica información de la política española pero, sorprendentemente, también de la lituana.
Antes de marchar hacia otro punto electoral, la Alcaldesa nos regalaría pulpa de tamarindo, que me recordó la canción de los “Tres Sudamericanos”.
Más que sabrosos sones, Janeth transmite un mensaje de su pacífica comunidad:
- Gracias por haber venido de tan lejos…. Hablen en Europa de esta normalidad electoral…
Aquí, en Bruselas, lo hemos dicho: en Santafé -y en Colombia, en general- hay, en efecto, fe, santísima fe en la libertad. ¡Apoyémosles a seguir adelante!
Entre otros, nos entrevistamos con el Gobernador de Antioquia,
Aníbal Gaviria, cuyo hermano Guillermo, que le precedió en el cargo, fue secuestrado y asesinado hace tres años. El Gobernador respondió con naturalidad a las preguntas que le formulábamos sobre la pluralidad política de jurados e interventores y la falta de intimidad para el elector en el momento de rellenar su papeleta. En esas condiciones, las elecciones transcurrieron, si dejamos al margen alguna connotación plebiscitaria, con participación y normalidad emocionantes. El ejercicio del sufragio reflejaba una fuerte voluntad popular de asentar la democracia. La colombiana y eminente Misión Electoral de Observadores (MOE), compuesta por dos mil estudiantes, profesores y sindicalistas, apoyados, entre otros, por la Universidad de los Andes, alegó que era más difícil el derecho de voto en las elecciones legislativas y municipales, donde se hacen más patentes las presiones de caciques, guerrilleros y paramilitares.
Nos trasladamos también a la zona rural, donde visitamos Santafé de Antioquia, que conserva la hermosa huella de la arquitectura colonial. Recibimos allí las cultas explicaciones de la Alcaldesa Janeth, una dinámica joven de 27 años, y de Nelson Osorio, que tiene magnífica información de la política española pero, sorprendentemente, también de la lituana.
Antes de marchar hacia otro punto electoral, la Alcaldesa nos regalaría pulpa de tamarindo, que me recordó la canción de los “Tres Sudamericanos”.
Más que sabrosos sones, Janeth transmite un mensaje de su pacífica comunidad:
- Gracias por haber venido de tan lejos…. Hablen en Europa de esta normalidad electoral…
Aquí, en Bruselas, lo hemos dicho: en Santafé -y en Colombia, en general- hay, en efecto, fe, santísima fe en la libertad. ¡Apoyémosles a seguir adelante!
miércoles, 7 de junio de 2006
Evo
María Aima, la madre de Evo, estaba en su quinto parto. Había perdido a cuatro hijos anteriores y la cosa se presentaba otra vez torcida: se desangraba. La casa se llenó enseguida de mujeres y de hombres silenciosos y solidarios. María pidió entonces un gran pan de horno. No lo había cerca. Uno de los vecinos se decidió a caminar diez fatigosos kilómetros hasta otro pueblo del altiplano. El buen aimara llegó con el pan mientras María seguía luchando entre su dolor y su esperanza. Cuando tuvo el pan y todos estaban satisfechos de haber accedido al capricho de una parturienta, María desveló que lo quería simplemente para repartir entre aquellas gentes.Odena, Loli Fandiño, Conchita Diéguez, Pilar Zapico, Margot, Geni Queipo y otras treinta ovetenses escucharon, admiradas, lo que contaba Raimon Obiols con la misma hondura que debieron ser difundidas las mil y una noches. Sucedía en el Parlamento Europeo. A la vez que Evo evocaba su leyenda, ciertos diputados, poco sensibles, se levantaban despreciando al Jefe de Estado de un país pobre y democrático. Era todo un contraste. No obstante, el boliviano demostró que era listo, digno y más educado. Morales tiene problemas sin cuento; los tiene su país y la pobreza extrema de sus habitantes. Está la energía del subsuelo pero también el agua, -la dulce y la ansiada salada-, la coca, el desarraigo nacional…Él los encara -pienso- con valentía y sinceridad; puede también con errores, que si no se enderezan serán fatales. En ese sentido, no me gustó en absoluto que algunos servidores del Estado-sin Estado la emprendieran con un buen tipo, el asturiano Julio Gavito. Evo vino a explicarse a nuestro Parlamento. Quiere dialogar: el precio del gas que recibe Bolivia está por debajo del mercado. Debe subirlo pero tampoco ignora que a su alrededor, salvo Chile quizá, Argentina y Brasil mal podrían afrontar una inflación desmesurada y repentina. Otros compatriotas suyos, radicales e impacientes, pretenden arreglar de inmediato problemas ancestrales. Hay también amistades íntimas que pueden desviar las soluciones. Como dijo el danés Poul Nyrup Rasmussen, Presidente del Partido Socialista Europeo, no debería contar como únicos aliados preferentes a Castro y a Chávez. Evo, que rememora a su madre y a su maltratada tierra, merece respeto, diálogo, atención, justicia, pero, ojo, también.., ¡talento, prudencia y acierto!
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