viernes, 22 de agosto de 2008
Castropol, Cernuda, el sur
Luis García Montero, en uno de los artículos de la prensa nacional más leídos de este verano, escucha cómo se aplauden los atardeceres de Punta Candor, en la bahía gaditana, con el poeta Luis Cernuda de fondo:”(esos aplausos) me han ayudado a recordar que el sol no es una institución con ánimo de lucro y que el derecho a la belleza debería ser el resumen último de los demás derechos humanos”. “Cuando Luis Cernuda se atrevió a elegir las características de un territorio ideal, escribió una evocación romántica de Andalucía”.Mientras esto leía, me encontraba frente a Castropol, el Santiniebla de Cernuda, del que dijo el poeta: “Cuando a la caída de una de esas largas tardes de verano se baja la senda que desde lo alto de la colina lleva hacia el malecón, el denso perfume del mar, el misterioso grito de las gaviotas sobre la brillante superficie de las aguas, sólo encrespadas allá, entre las sombrías rocas que guardan la entrada de la ría, entonces yo os aseguro que poco accesible será a la naturaleza quien no sienta sus pupilas enturbiadas por las lágrimas”. Uno de los enigmáticos personajes cernudianos, aún con la trinidad de tinieblas, viento y lluvia, se atreve a comparar:”este paisaje no es para tenderos enriquecidos como dijo Unamuno de los paisajes andaluces, pero por eso mismo tiene su grandeza y una hermosura poco comunes”.
Con la compañía de Luis López, Presidente de la Sociedad Asturgalaica de Amigos del País, y del cineasta Luis Megino, he recorrido los lugares de paseo de Cernuda durante agosto de 1935: los ángulos de la ría desde la habitación que debió ser suya, en el desaparecido Hotel Guerra, al cafetín del pueblo, a la antiguas playas Penalba, de Figueras, y Salías, al islote del Turrullón, al embarcadero, al malecón, a la famosa Biblioteca Popular, imán de las “Misiones Pedagógicas” con las que estaba comprometido. Ángel González, otro poeta del cielo de los más grandes, estuvo en Figueras, el 19 de Julio de 2006, reviviéndolo. Es todo aparentemente contrapuesto a la teoría del Sur que lanza García Montero pero abrazo la misma conclusión contra la corrupción de la costa y el ladrillo. Castropol (“Pájaro enfermo sobre oscura colina que avanza hacia el mar”) debería conservarse. Ha sido un paso audaz del Principado evitar el dique flotante de Ence en Ribadeo, que ya repudiábamos en Bruselas. No obstante, se precisa una mentalización social mayor para que este paraíso no se degrade. El escritor sevillano se sintió tentado a confundir la ría con “la Estigia”, mítica laguna, frontera entre vida y muerte. Pocos espacios hay en Europa, si es que hay alguno, de esta calidad y vocación. Nada que envidiar al renombrado Mont Saint Michel, por ejemplo. Deberíamos, pues, ser fieles a lo que vio y dijo Cernuda y todavía más a evitar el odio irreparable que sufría, en su proverbial quietud, la memoria narrativa del Santiniebla de la ficción. Odio y muerte fatales que intuyó el poeta, al poco de dejar Castropol. Hoy este lugar maravilloso sigue llamando a la paz y a la poesía, respeto al medio ambiente y a los seres humanos. Teoría del Norte, también.
martes, 19 de agosto de 2008
Cantinela sexista, todavía
El antifeminismo se bate en retirada pero tiene sus compinches recalcitrantes. El lenguaje sexista los revela. No olvidaré cuando los mismos que atesoraban “puras sangres” pretendían descalificar a la diputada María Luisa Carcedo llamándola “amazona” tras una grave caída deportiva, tampoco cuando cambiaron “Comisión de Economía”, entre risitas, por “Comisión de Coñomía” al incorporarse la entonces concejal Asunción Lasa. No les valió bastante. Ahora siguen, que “si sus modelitos”, que “cállate, nena”, o el sueldo del cabeza de familia. En la Regenta, los ánimos igualitarios y liberalizadores de Ana Ozores tenían referente impúdico pero algo más culto: Eran ínfulas de Jorge Sandio (por la escritora feminista George Sand, claro).Oviedo en el XXI, es aún la Vetusta del XIX y peor copia. Supongo constará en acta, además de la hemeroteca, para historiadores del futuro.
¡Valiente, Paloma!
Mírales a los ojos- claro que sí- que compararte con ETA es poco en el odio que te destilan. Es sano desafiarles. ¡Madera de ciudadana libre y ganadora te ven en su batida en retirada!.
¡Valiente, Paloma!
Mírales a los ojos- claro que sí- que compararte con ETA es poco en el odio que te destilan. Es sano desafiarles. ¡Madera de ciudadana libre y ganadora te ven en su batida en retirada!.
Rubén Blanco, en memoria
En Olloniego se ha despedido a mi amigo Rubén Blanco, personalidad muy singular. De esa zona, la parte minera del Concejo de Oviedo, han sido muchos luchadores por la libertad y el socialismo. Rubén era uno de ellos. Su porte, con barba apenas poblada, gorra permanente, su decir suave, irónico y sarcástico se diría sacado de una novela de Valle o de Cunqueiro, pero no, era la historia laboral de una Asturias en vanguardia la que forjaba su bondad y hasta su lealtad misma. En las asambleas de la ovetense Casa del Pueblo su turno de palabra era esperado por sus aportaciones siempre oportunas, dotadas de un sentido del humor que solo los sabios pueden alcanzar.
Conté con su apoyo y su consejo en los momentos más difíciles que me tocó afrontar. No se dejaba llevar nunca por el oportunismo de la vida social y política. Sabíamos bien de aquella idea que un histórico dirigente langreano, por lo demás tachado de moderado, quería inculcar al partido y al sindicato: “Moveros como el salmón, río arriba, con valentía, contracorriente”.
Una mañana de domingo, José Luis Rodríguez Zapatero, diputado por León, se acercó a las calles Jovellanos y Gascona. Rubén era un tanto escéptico todavía sobre el apoyo que debíamos prestarle. Después de la conversación se dirigió a la siguiente asamblea: “Algunos, entre los que antes me contaba, nos burlábamos llamándole “zapatitos”, pero me gustaría escucharles dentro de unos meses cuando este chaval sea secretario general y luego Presidente”.
Un beso a su mujer, a sus hijas Olga, compañera de abogacía, y Teresa, actriz
domingo, 17 de agosto de 2008
Entrevista en La Voz de Asturias
Está pasando unos días de vacaciones en Castropol; tiene un ojo puesto, "desgraciadamente" como él mismo aseguraba, en el conflicto bélico entre las lejanas Rusia y Georgia por su condición de eurodiputado. Pero el otro mira para Oviedo; no es que él lo diga, pero lo demuestra con su análisis de la situación política de la ciudad de la que fue alcalde entre 1983 y 1991 por el PSOE. Antonio Masip habla de su ciudad y echa "algún escupe" sobre lo que en ella pasa.
--Está siendo un verano tenso, políticamente hablando.
--El último pleno municipal, lleno de insultos machistas hacia la portavoz socialista --Paloma Sainz--, me ha parecido lamentable.
-- Recuerda al alcalde, Gabino de Lorenzo, en una actitud similar en una sesión plenaria?
--Bueno, él tiene un carácter muy especial y muy respetable. Pero yo creo que todas estas cosas ocurren porque se está batiendo en retirada. Es el comienzo del fin.
-- Quién podría ser su sustituto?
--El PP es un partido muy fuerte y muy arraigado en Oviedo; pero creo que la sustituta de Gabino de Lorenzo es Paloma Sainz. Veo que es una persona muy comedida, muy seria, muy estudiosa, con mucho cariño hacia la ciudad y una concepción muy progresista de la vida.
-- Los ataques a Sainz por el PP son estrategia u otra cosa?
--Se salen un poco del guión que marca el PP nacional. Pero me parece que esto ocurre donde los populares gozan de mayorías absolutas; son mala-educaciones absolutas.
-- Le gustan los caballos?
--Sí. Uno de mis primeros libros de cabecera es El Pony Colorado , de John Steinbeck.
--La oposición busca unas yeguas que no aparecen en la declaración de bienes del alcalde.
--La iniciativa, la de hacer público el patrimonio, me parece bien. No conozco con detalle la declaración de Gabino de Lorenzo. En cualquier caso, la transparencia patrimonial de los políticos es básica, se trata de ver qué es lo que se tiene cuando se llega a un cargo y lo que se tiene en el momento de abandonarlo.
--Las deudas ahogan al consistorio.
--Es una pena porque el ayuntamiento que dejé en 1991 tenía 2.000 millones --de pesetas, 12 millones de euros-- de superávit.
--Ahora hay una deuda de 150 millones de euros reconocida por el PP.
--Pues si eso es lo reconocido... Me parece una deuda importante. No sé qué se pudo hacer con todo ese dinero. Sí que se han hecho cosas buenas en la ciudad pero habrá que saber lo que ha valido todo exactamente. Me resulta un dolor la situación presupuestaria de este ayuntamiento. No sé cómo se ha llegado a tener estas deudas, que seguro son mayores de lo que dicen.
-- Un telecentro puede costar 13 millones de euros, aunque esté en Villa Magdalena?
--Este expediente --de expropiación-- se inició en mi época. Lo que sé es que se negoció mal. Se recomendó a la familia Figaredo que vendiese a un determinado constructor para pactar con él luego; pero los amigos le salieron rana al alcalde.
--También está la deuda de Cinturón Verde.
--Tanto Villa Magdalena como Cinturón Verde se iniciaron bien en mi época. Otra cosa es el desastre que hicieron después. Nosotros planteamos Cinturón Verde como algo favorable a los vecinos del entorno, no como algo tan negativo en el que se ha construido y construido. Ha sido un motivo de ingresos para el ayuntamiento pero luego ha sido nefasto por su gestión. Hay obras que se adjudicaron no al mejor postor, sino al segundo. Esa mala administración ha llevado al desastre.
-- Se arrepiente de haber tirado la estación de tren de El Vasco?
--Sí. Fue un grandísimo error por mi parte y de los cuatro partidos de entonces.
-- Qué le parecían las ´trillizas´?
--Curiosamente, ya me había advertido Francisco Alvarez Cascos, hace tiempo, que Calatrava era un peligroso personaje, como lo estaba comprobando en ese momento con la negociación del aeropuerto de Bilbao. Las trillizas me parecían una auténtica barbaridad.
-- Y el palacio de Buenavista?
--Ese edificio sólo lo he visto de lejos, no lo he visitado todavía; creo que las oficinas son un auténtico caos para los funcionarios que están ahora allí. Lo que está claro es que la ubicación es un error.
--Está en juego el futuro de la fábrica de armas de La Vega.
--Los trabajadores cuentan con una persona con un talento evidente, que es Amador Rodríguez, el presidente del comité de empresa. Le tengo entre mis amigos y es una persona absolutamente valiosa. Esta región no debe de olvidar su pasado industrial.
-- Qué pasa con la sede de la Fundación Angel González?
--Confiamos en los patronos de la fundación y en el presidente del Principado. Tendremos en septiembre una reunión para el asunto.
-- Es buena la solución del pleito de la familia Masaveu?
--Sí, me parece bien la resolución de este conflicto de familia que hubiera podido tener repercusión por la influencia cultural que la fundación tiene en Oviedo.
jueves, 14 de agosto de 2008
Lengua azul
He asistido en La Caridad a la iniciativa estival de la Universidad Nebrija y del Ayuntamiento de El Franco. Las clases de García Delgado, Francisco Rodríguez y Carlos Arias fueron relevantes, también las intervenciones de la diputada Elena Díaz Palacio, de Benigno Fano y de los sindicalistas Artime y Santalla, entre otros. Poco tenía que aportar de mi parte, pero sí ofrecer a todos, una vez más, los servicios de mi despacho parlamentario bruselense, y su apéndice de Estrasburgo ([email protected]). En otro plano, varios ganaderos reclamaron atención a la campaña de “lengua azul”.Por lo que escuché, hay malestar con trámites de vacunaciones. Como me comprometí a trasladarlo a las autoridades competentes lo hago también aprovechando esta columna. Fano, de gran experiencia funcionarial y política, hizo hincapié en el saneamiento de las cabañas como pieza ineludible del desarrollo rural. El que se haga con agilidad y éxito son aspiraciones comprensibles. La recuperación del protagonismo político del campo, dada, además, la escasez mundial de alimentos, la necesaria corrección de viejos yerros, la reorientación de la PAC, la enemiga de Blair y otros y el absurdo de inocular algunos problemas, como resaltó García Delgado, ha de estar en la prioridad comunitaria. Jesús Arango, antiguo y ponderado Consejero, ha dado su personal y muy respetable punto de vista en estas páginas.
Como el mito centroeuropeo de Barba Azul, la lengua azul no ha de ser más que anécdota que hay, sin embargo, que atender y atajar. Eso espero en mi reincorporación a Bruselas, mientras felicito a la Alcaldesa y al rector de la Nebrija, por situarse en la senda de la Extensión Universitaria. Como lo ha hecho, una vez más, la Sociedad Asturgalaica de Amigos del País en su ciclo de la Guerra de la Independencia en la comarca, bajo la presidencia de Luis López y Javier Cancio. Ha sido muy grato escuchar, entre otros, a Antonio Murias, insuperable conocedor de Napoleón, a los canónigos Platero y Enrique López, no en vano sus antecesores del Cabildo participaron en la insurrección asturiana, a Víctor Rodríguez Iniesta, con sus investigaciones de La Gazeta de Oviedo, en línea con los extraordinarios descubrimientos de Margarita Cuartas, a Juan Díaz Álvarez, ya autoridad en el final del “antiguo régimen”, a Navas Ramírez-Cruzado y a Perfecto Rodríguez, a cuya proverbial tenacidad se debe el acceso a valiosísima documental francesa, paralela a la también exitosa aportación de Laspra y Coletes con los archivos británicos. Europa- UE- no es solo alternativa a las guerras del siglo XX entre actuales socios sino también a las del XIX, que hay que conocer bien y en cada región. La Sociedad Asturgalaica de Amigos del País ha hecho una aportación ejemplar que merecería mayor atención social y mediática.
Como el mito centroeuropeo de Barba Azul, la lengua azul no ha de ser más que anécdota que hay, sin embargo, que atender y atajar. Eso espero en mi reincorporación a Bruselas, mientras felicito a la Alcaldesa y al rector de la Nebrija, por situarse en la senda de la Extensión Universitaria. Como lo ha hecho, una vez más, la Sociedad Asturgalaica de Amigos del País en su ciclo de la Guerra de la Independencia en la comarca, bajo la presidencia de Luis López y Javier Cancio. Ha sido muy grato escuchar, entre otros, a Antonio Murias, insuperable conocedor de Napoleón, a los canónigos Platero y Enrique López, no en vano sus antecesores del Cabildo participaron en la insurrección asturiana, a Víctor Rodríguez Iniesta, con sus investigaciones de La Gazeta de Oviedo, en línea con los extraordinarios descubrimientos de Margarita Cuartas, a Juan Díaz Álvarez, ya autoridad en el final del “antiguo régimen”, a Navas Ramírez-Cruzado y a Perfecto Rodríguez, a cuya proverbial tenacidad se debe el acceso a valiosísima documental francesa, paralela a la también exitosa aportación de Laspra y Coletes con los archivos británicos. Europa- UE- no es solo alternativa a las guerras del siglo XX entre actuales socios sino también a las del XIX, que hay que conocer bien y en cada región. La Sociedad Asturgalaica de Amigos del País ha hecho una aportación ejemplar que merecería mayor atención social y mediática.
miércoles, 6 de agosto de 2008
Geremek
Hace cuatro años Mariano Abad, europeísta asturiano donde los haya, me llamó para solicitar mi voto a favor de que Bronislaw Geremek, una auténtica leyenda de la resistencia judía del ghetto de Varsovia, al que sobrevivió, y luego de la transición polaca contra el comunismo. Se pretendía que presidiera el Parlamento Europeo coincidiendo con la entrada de los países del Este. Naturalmente mi compromiso y mi capacidad de maniobra ya estaban tomados con José Borrell, pero fue una oportunidad para acercarme a la biografía heroica de este intelectual, profesor de Historia medieval, ex ministro de Asuntos Exteriores, liberal que en su juventud había abrazado el marxismo-leninismo. Desde la llamada del profesor Abad he tratado a Geremek levemente pero sobre todo he seguido sus pasos que se convirtieron de nuevo en admirables cuando se negó a la depuración promovida por los hermanos Kaczynski. Estos gemelitos de triste recuerdo institucional le pusieron en la tesitura de firmar, como a todos los funcionarios y representantes políticos, que “nunca había colaborado con el régimen soviético” o que perdiera su acta de diputado. Bronislaw mantuvo el tipo y se plantó al chantaje y a que su nombre se utilizara en la persecución de otros menos conocidos. No quiso esgrimir a su favor ni su historial de fundador de Solidarność ni una rica biografía democrática y académica, simplemente que era diputado y que no se rebajaba ante la arbitrariedad. En el Parlamento encontró un fuerte eco solidario. Anunciamos que no le daríamos bajo ningún concepto de baja por la presión del entonces gobierno polaco. La Fundación Príncipe de Asturias valoraba su candidatura para el Premio de la Concordia de este año. Estaba prevista también su presencia en los fastos del 400 aniversario de la Universidad ovetense. Geremek ganó la partida a los Kaczynski pero ahora un maldito accidente de tráfico terminó con su vida. Con su vida, no con su ejemplo de entereza, resistencia y cordura.
El acto de entrega de diplomas de la Universidad europea de Estrasburgo culminó con un homenaje a este polaco ejemplar. Otros actos se sucederán en la reanudación de la actividad parlamentaria la última semana de agosto.
Sagan, encore
Me sorprendió encontrarme en un escaparate con un montón de libros de -o sobre- Francoise Sagan, autora que, considerada poquita cosa para muchos, a mi hubo un tiempo que me interesó. Indagué, pues, a la empleada de la Librairie Kléber la razón de este revival.
-Bueno, hay una película biográfica.
Me dirigí, pues, al cine, con la casual coincidencia de asistir al preestreno. El introductor y el público mismo me parecieron que apenas tenían que ver con una muchachita que hace cincuenta años arrasaba en ventas. Ya en la proyección mi decepción fue aún mayor. Tanta lisonja previa a la protagonista no se compadecía con la caricatura del personaje que yo había seguido antaño. Más que la Sagan se diría una especie de Dustin Hofman correteando por la pantalla esnifando cocaína. Los libros que adquirí, sin embargo, me dieron noticia mejor ubicada de esa última Sagan que se había escapado a mi cercanía. Así, la droga, por un lado, y su algo extraña amistad con Mitterrand (“Francoise y Francois” es un capítulo), su relación con la hija de Malraux y su ingreso por sobredosis en Colombia cuando acompañaba un viaje presidencial me parecieron el triste final de una autora que no voy a releer, por más que haya, aquí en la francofonía, ese resurgir.
Recuerdo bien que en la versión cinematográfica de Aimez-vous Brhams?, la maravillosa Ingrid Bergman pone en funcionamiento las varillas del limpiaparabris creyendo con inocente confusión que valían para quitarse las lágrimas. A la Sagan vital de nada le hubieran valido, tal es su naufragio absoluto en el aguacero de la desdicha. Prefiero quedarme con un leve recuerdo juvenil en otra parte de la memoria, de una chica de diecinueve años, desinhibida, con la imagen de una Francia legendaria que saludaba la tristeza. Al menos la ficción reflejaba alguna arista real de la época.
-Bueno, hay una película biográfica.
Me dirigí, pues, al cine, con la casual coincidencia de asistir al preestreno. El introductor y el público mismo me parecieron que apenas tenían que ver con una muchachita que hace cincuenta años arrasaba en ventas. Ya en la proyección mi decepción fue aún mayor. Tanta lisonja previa a la protagonista no se compadecía con la caricatura del personaje que yo había seguido antaño. Más que la Sagan se diría una especie de Dustin Hofman correteando por la pantalla esnifando cocaína. Los libros que adquirí, sin embargo, me dieron noticia mejor ubicada de esa última Sagan que se había escapado a mi cercanía. Así, la droga, por un lado, y su algo extraña amistad con Mitterrand (“Francoise y Francois” es un capítulo), su relación con la hija de Malraux y su ingreso por sobredosis en Colombia cuando acompañaba un viaje presidencial me parecieron el triste final de una autora que no voy a releer, por más que haya, aquí en la francofonía, ese resurgir.
Recuerdo bien que en la versión cinematográfica de Aimez-vous Brhams?, la maravillosa Ingrid Bergman pone en funcionamiento las varillas del limpiaparabris creyendo con inocente confusión que valían para quitarse las lágrimas. A la Sagan vital de nada le hubieran valido, tal es su naufragio absoluto en el aguacero de la desdicha. Prefiero quedarme con un leve recuerdo juvenil en otra parte de la memoria, de una chica de diecinueve años, desinhibida, con la imagen de una Francia legendaria que saludaba la tristeza. Al menos la ficción reflejaba alguna arista real de la época.
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