martes, 28 de julio de 2009
Good day
Antes de vacaciones, celebramos la primera reunión ordinaria de la Comisión de Libertades. Su nuevo Presidente, Juan López Aguilar, inició la sesión con un “Good day” de vetustas connotaciones léxicas pues así dicho, conservada expresión en los confines del idioma inglés, apenas se usa ya más que en la lejana Australia. Todo el mundo conoce, sin embargo, su significado universal. Juan- Juan Fernando, le dicen también- habla perfectamente inglés, francés e italiano en los que va introduciendo a los diputados intervinientes. La Comisión LIBE cuenta con una mitad de caras nuevas, entre ellas, Carmen Romero y Ramón Jáuregui, y otra mitad que repetimos. Esta Comisión se ha consolidado durante la legislatura pasada, con los sucesivos Presidentes Bourlange, Cavada y Deprez, como el faro que ilumina al resto del Parlamento y a toda la Unión, me atrevería a decir, en la defensa de las libertades públicas. Aquí se hundió Buttiglione, con su desprecio, entre otros, al colectivo de las que llamaba “malas madres solteras”. Fue el acto de rebeldía y consecuencia más firme que ha tenido el Parlamento.
Acaba ahora de comenzar una nueva presidencia semestral del Consejo de la UE que precede a la decisiva española. Los suecos se encargan de un proyecto fundamental, la adopción del programa quinquenal de libertades civiles, redactado ya por la Comisión Europea, y que será firmado en Estocolmo en diciembre próximo.
El todavía Vicepresidente, Jacques Barrot, lo presentó al Parlamento.
Me gustó su intervención. Desde su óptica democristiana, estuvo claro y pertinente en apoyo a una Europa del asilo con dos propuestas sensatas: una solicitud común para toda la Unión Europea y un reparto de los solicitantes entre los Estados miembros, especialmente necesario en casos de desbordamiento como los que suelen darse en Malta y pueden repetirse en nuestro país. Lo más inmediato y necesario es aplicar íntegramente la legislación ya existente.
En esa materia de asilo, en cuya ponencia la Comisión LIBE me confirmó, urge mejorar algunas condiciones de reclusión infrahumanas, que ya denuncié en el preámbulo de mi informe, aprobado en la anterior legislatura, y que debe pasar el trámite del Consejo, colegislador con el Parlamento.
También se habló de políticas nacionales. Berlusconi ha sacado una ley que criminaliza la entrada irregular y niega el registro de los hijos de los irregulares. La nueva diputada siciliana Borsellino, hermana de un juez asesinado por la mafia, lo denunció y Barrot ha pedido explicaciones al gobierno italiano. Los socialistas lituanos, a su vez, criticaron una nueva ley lituana homófona a lo que respondió el Comisario-Vicepresidente comprometiéndose contra cualquier tipo de discriminación y asegurando que tomará cartas en el asunto.
En septiembre retomaremos la agenda que López Aguilar se ha encargado de dinamizar. No sé si desde la presidencia mantendrá como característico su “good day” pero espero, en cualquier caso, que si se erradicamos la tortura, la patera y la hambruna, en los peldaños de la Libertad, habría realmente “good days”.
jueves, 23 de julio de 2009
Euro y crisis
El euro cumplió hace poco diez años, aunque no fuera contante y sonante hasta el 2002. Se encuentra con aparente buena salud pese a la crisis financiera que le rodea (debilidad del dólar, baja del yen, descalabro de la libra esterlina).
Sin duda, bajo el paraguas del euro nos hemos sentido protegidos de la tormenta financiera en la que se han hundido países vecinos que vivían un auténtico milagro económico, como Islandia, o en la que naves más grandes se han visto fuertemente sacudidas (contracción de la economía británica con su peor dato trimestral en medio siglo). El club sigue creciendo (los nuevos estados miembros se comprometieron a adoptarlo como moneda tras su ingreso en la UE), Islandia quiere entrar directamente en el euro y el primer ministro sueco ha deslizado en los pasillos de Bruselas y Estrasburgo que le gustaría replantearse el improcedente "no" del referéndum de hace seis años. Sin embargo también flota en el aire la pregunta: ¿y por cuánto tiempo tenemos euro?
En una reunión del grupo socialista europeo, salido del 7-J, alguien, una vez más, criticó que hubiera 27 planes de reactivación en vez de uno solo. Tomada la frase literalmente podría interpretarse que se ansía centralizar todo en Bruselas. No era esa la intención de mi compañero. Por otro lado, la crisis está siendo, a juicio de muchos, desaprovechada para fortalecer Europa. Tampoco creo que sea necesario hacer la lectura, en este caso, de pretender un monstruo burocrático europeo, mucho mayor del ya existente.
Relaciono los dos aspectos anteriores con la salud de la moneda. Si hemos estado a cobijo no se debe a que el euro tenga poderes ocultos. Borrell dijo en el Polideportivo ovetense de Vallobín que España no hubiera podido jamás salir de Irak, sin la seguridad del euro. Simplemente somos más fuertes unidos, y, paradójicamente, más soberanos incluso. Con la moneda común nadie se ha sentido tentado a devaluaciones competitivas como se vivieron a comienzos de los noventa. Ya sé que la devaluación era también un recurso nacional al que se ha debido renunciar. El euro representa nuestra unidad financiera. Como toda moneda refleja la fortaleza de su economía. No está mal que se hagan muchos planes de relanzamiento económico siempre que sean coordinados y busquen objetivos compartidos. De lo contrario, si cada uno tira para su lado, la unidad se resquebrajará. Tras la decisión alemana de introducir una reforma constitucional para limitar su déficit al 0,35% del PIB mientras que Francia sigue una política, opuesta en parte, de gasto e inflación, Le Monde se preguntaba el 1 de julio si podía durar la cuenta común en un banco de una pareja en la que uno sea un derrochador y el otro un avaro.
Si no salimos con fuerza de esta crisis de poco servirá la unidad monetaria. No nos podemos conformar ni con un euro ni con una Unión Europea simplemente vivos. La UE, como la bicicleta, necesita movimiento para sostenerse. El euro, precisa expectativas de crecimiento para su sanidad y su futuro.
jueves, 16 de julio de 2009
PREGÓN DEL PAN Y LAS NATAS
Gracias por invitarme.
Acabo de llegar de la capital comunitaria donde, entre otros asuntos, hemos tratado el de la seguridad alimentaria, ponencia que ha permitido por primera vez a nuestro país, en la persona de su Presidente de Gobierno, intervenir en la cumbre del llamado G-8. Desde Bruselas y Estrasburgo contemplo cotidianamente el gobierno del mundo y no puedo menos de pensar que desde estas brañas vaqueiras, en una celebración gastronómica, ha de contemplarse el mundo y la seguridad alimentaria con el especial acento de esta bendita, aunque dura y maravillosa, tierra y estas gentes, tan esforzadas, a las que no llega el ánimo legislador europeo de fijar una jornada máxima de trabajo, conseguida en la industria hace ya décadas. El agricultor y el ganadero tienen todavía una falta terrible de compensación en tiempo libre o de ocio. En tiempo de vida. Bien está que, al menos en fechas señaladas del calendario haya celebraciones como la que hoy nos convoca.
Aquí hay un pasado tan admirable y recóndito que ha dado lugar a los más diversos mitos. Mito sobre el origen vaqueiro mismo. Se ha dicho de todo, desde que los vaqueiros descienden del sol, de los caldeos y hasta que, como Astérix, -el galo cuyas atractivas filosofía y comicidad sigue desbordando- serían (los vaqueiros) los celtas en estado puro. En medio, se han barajado otras muchas procedencias, moriscas, fenicias, judías también naturalmente, indoeuropeas…Hace tres años tuve ocasión de invitar a los Alcaldes de la Comarca (Tineo, Allande, Valdés, Cudillero, Salas…) al Parlamento Europeo. Uno de los ciudadanos que se acercó entonces a la exposición sobre esta Comarca mágica, se empeñaba en considerar cercanía analógica al carácter del pueblo flamenco. Y aún recientemente, Francisco Rodríguez, el industrial lácteo más significativo de nuestra región, a la par que intelectual de primer orden, nacido en Leitariegos, puerto de paso de la trashumancia vaqueira, piensa, según me dice, en que puede tratarse de migraciones británicas, quizá de la zona de Lancaster; personas que, a diferencia de los demás asturianos de hace tres siglos, bebían y se alimentaban de leche, como ya se hacía en la Europa del Norte Esa especial particularidad de la alimentación láctea, es la diferencia que destacaba ya nuestro admirado Campomanes. Y si cito a Don Pedro Rodríguez Campomanes no menos reconocimiento merece Jovellanos que tanta atención prestó, como preclara y sensible personalidad, a los vaqueiros en sus agudas descripciones, incluso en sus reivindicaciones de un trato igual, no discriminatorio, por el Poder de la época.
Pero, primero Don Juan Uría, al que tuve el alto honor de conocer, y cuya edición de las obras completas está siendo premiada estos días, y definitivamente Doña María Cátedra, que pronunció hace tiempo este mismo pregón, lleno de rigor y sugerencias, se encargaron de dejar sentado que la especulación sobre el origen étnico vaqueiro es un puro mito, pues nada racial, ni fenotipos, diferencia de los xaldos o aldeanos sedentarios. Es únicamente el modo de vivir, -¡que bastante definitorio es!-, unos de la ganadería y la trashumancia y los otros de la agricultura y los prados más costeros.
Mi buena amiga Nuria González Alonso, de origen vaqueiro ella misma, está a punto de publicar su tesis, que ya ha merecido alto reconocimiento, dirigida por mi entrañable Carmen Ansón, que, como digo, tiene y va a tener gran repercusión.
Es lo cierto, como insiste María Cátedra, que una fiesta como la de hoy, compagina dos productos de origen opuesto, el pan del agricultor y las natas del vaqueiro o ganadero. Fiesta y combinación, hermandad en una palabra, que no solo hace nuestra delicia sino que es un aviso complementario en la hora europea -y del mundo- sobre la seguridad alimentaria y la búsqueda de la mejor nutrición. No solo hay que producir sino hacerlo con calidad y aquí, en Naraval, no hay duda: sois los mejores y lo vamos a apreciar una vez más. Que lo sepan también en la Cumbre del G-8, en Europa y en todas partes.
Muchas gracias
martes, 14 de julio de 2009
Defuntín
Hace años, dos lobbystas, ambos de origen cubano, competían en la Ciudad sureña de Miami por hacerse con los mejores clientes bordeando la legalidad. Uno estaba indignado con el otro pues consideraba inaceptable que su contrincante se paseara por todas las dependencias oficiales del Estado de Florida con unos talonarios de entradas para el Basket de la NBA, que repartía dos a dos con la mayor generosidad entre los funcionarios que se topaba. El señalado se defendía alegando que la dádiva era inocente, ¡y muy barata!, pues a su vez la había recibido gratuitamente del patrocinador del equipo y no merecería declaración a Hacienda alguna. Consideraba no querer influencia en un expediente concreto sino estimular al buen trabajo en una ciudad con demasiadas construcciones mal inspeccionadas que no resistían huracanes. Se estaban enzarzando en esos y otros detalles metajurídicos cuando uno de ellos cazó al otro con las manos en la masa: regalaba trajes para las autoridades en combinación con un sastre italiano de la localidad. De inmediato, intervino la policía, no sé si federal o del Condado. Con felina rapidez el que intentaba esa vía de corrupción adujo que toda la ropa, pese a las diversas tallas, eran para él mismo y no para terceros. Tuvo cierto eco en la prensa. En la vista oral, con Jurado, el abogado defensor pidió que el acusado se probase en estrados unas cuantas chaquetas que le caían estupendamente. El fiscal encontró alguna que resultaba pequeña pero hubo dudas suficientes sobre la intención criminal para no condenar. Se trataba, según llegó a decirse, del hombre más elegante del Estado y presumía de amplio armario. Además, en años anteriores había estado más delgado; o más grueso, no recuerdo el matiz. Sin embargo, para evitar revisiones del fallo o el perjurio, que en el lar norteamericano puede afectar al mismo acusado, se contaba por Miami que el pintoresco lobbysta seguía vistiendo ternos fuera de talla, aún meses después del juicio. Aseguraba que la cortedad de las mangas era una moda exportada del muy chic Reino Unido (UK). No obstante, su fama de dandy se resentía pero era mejor que lucir el mono carcelario. Y aunque este sucedido fue en Miami, hay un vodevil español de los años veinte (“El defuntín”) en que, como explicación a una vestimenta irrisoria y ridículamente raquítica, uno de los actores hacía un aparte de complicidad con el público:”¡El difunto era menor!”.
Esas cosas naturalmente ocurren pero solo en las comedias de Arniches o Jardiel y en una ciudad tan alejada como Miami (“tan cerca de los Estados Unidos”, la definen allí los hispanos).Me inclinaba hasta hace poco por dudar que fuera posible en el Estado de las Autonomías del Reino de España.
Esas cosas naturalmente ocurren pero solo en las comedias de Arniches o Jardiel y en una ciudad tan alejada como Miami (“tan cerca de los Estados Unidos”, la definen allí los hispanos).Me inclinaba hasta hace poco por dudar que fuera posible en el Estado de las Autonomías del Reino de España.
miércoles, 8 de julio de 2009
Solana
Me entero por Radio Nacional de la intención de Javier Solana dea dejar el próximo Octubre la Secretaría del Consejo y el puesto de Alto Representante para la política exterior y de seguridad de la Unión Europea (Mister PESC). Algo ya se había filtrado en los pasillos de Bruselas, pero personalmente me resistía a creerlo. Él mismo me lo confirma ahora, sin embargo: “Diez años creo que es suficiente. Nos veremos pasado el verano. Antes he de viajar a Kabul y Shanghai…”. No menciona Tegucigalpa, que, pienso, puede estar en su agenda trepidante en cualquier momento.
Cuando hace esos diez años, Javier pasó de la Secretaría General de la OTAN, también aquí en Bruselas, al Consejo, nadie daba el valor y el lustre que él supo enseguida sacar al puesto. ¿Habrá alguien de su talla, capaz de sustituir esa fuerza incansable de viajar a todos los escenarios conflictivos llevando la voz europea de sosiego, con el peso de una fuerte personalidad? Hace tiempo Jorge Toledo, joven diplomático español, me había dicho que Solana era un personaje de activismo y entrega inigualables. Un ministro de Exteriores francés, Hervé de La Charette, me habló con admiración de cómo un profesor de Física, que es el caso de Javier, se adaptaba y sobresalía en la diplomacia internacional. Algo de ésto rememoran también varios blogs, entre ellos el de Carlos Carnero, nuevo embajador especial para la próxima presidencia española de la UE. Aunque el asunto más trabajado haya sido sin duda el de Oriente Medio, buscando la paz entre palestinos e israelitas, tengo para mí que el momento cumbre estuvo hace un par de años cuando casi se logra el acuerdo nuclear entre Mahmud Ahmadineyad, Presidente de Irán, y Occidente. Ese fracaso es, sin embargo, una verdadera lástima. Además, lamentablemente, se produjo luego el radical distanciamiento del que fuera Alcalde de Teherán, convertido ahora para mí en un vulgar, fanático y ensimismado manipulador de elecciones.
Solana ha estado, como decía, en todos los frentes. Ha puesto a prueba nervios de acero viviendo situaciones muy duras. El apoyo y el aliento de Concha Jiménez, su mujer, y de sus hijos, Vega y Diego, no le ha faltado. Su palabra y su gesto, bien conocidos en el ancho mundo, han sido respetados.
Entrado el otoño, los principales actores de la escena internacional lamentarán su ausencia como amigos suyos en que se han convertido por la magia de su carisma y de su sinceridad.
miércoles, 1 de julio de 2009
Honduras, ¡por si las flies!
a Emilia Areces
Gracia Noriega recuerda alguna vez la importancia trascendente que tenían las moscas en “La Perla”, taberna ovetense, tristemente desaparecida frente al Teatro Campoamor. El escritor hondureño (¡Oh Honduras, golpeada!) Augusto Monterroso, Tito, al que tuve el honor de tratar, cuyo archivo está depositado en la Universidad de Oviedo, sostenía que los tres grandes temas universales son el amor, la muerte y las moscas. Él mismo elevó a sujeto literario popular al dinosaurio y a la mosca. La mosca de Monterroso tenía ensoñaciones de águila que atravesaba cordilleras.
Circula por la red cómo Obama se deshizo de una mosca que revoloteaba en los estudios de televisión. La expresión española “Por si las moscas” es sinónimo de previsión y prudencia, asumida en la literatura desde que la utilizara en su novelística, ya en 1930 (“Imán”), Ramón J. Sender, tío de mi compañera europarlamentaria, la aragonesa Inés Ayala Sender, prudente y firme donde las haya. Y con divertida conversión de rebote de expresiones hispanas a lengua internacional se ha popularizado la interpretación oral, directa y mixta, de “por si las flies”.
Obama está dispuesto a trabajar en la red pero sin red, incluso matando moscas si se tercia. Su sosiego no se altera ni depende de moscardón alguno. Es también claro que no le vale ya para nunca jamás esa otra expresión de “incapaz de matar una mosca” que tiene correlato de wouldn´t hurt a fly. Dando la vuelta a la secuencia final de la película “Psicosis”, en la que Tony Perkins (“Norman Bates”) respeta, para despistar a la policía, a un insecto molesto, el Presidente, precisamente por matarlo a la vista de todos, no asesinaría a nadie.
Un Obama, bienintencionado, está con ese Alfred Hitchcock del revés.
Ojo, no obstante,… ¡por si las flies!.
Que lo de Honduras, moscardón que se cree águila aparte, termine bien: con la democracia en su sitio. Ya Tito, su genio más universal y reconocido, sufrió un largo y triste exilio buscando libertad.
Gracia Noriega recuerda alguna vez la importancia trascendente que tenían las moscas en “La Perla”, taberna ovetense, tristemente desaparecida frente al Teatro Campoamor. El escritor hondureño (¡Oh Honduras, golpeada!) Augusto Monterroso, Tito, al que tuve el honor de tratar, cuyo archivo está depositado en la Universidad de Oviedo, sostenía que los tres grandes temas universales son el amor, la muerte y las moscas. Él mismo elevó a sujeto literario popular al dinosaurio y a la mosca. La mosca de Monterroso tenía ensoñaciones de águila que atravesaba cordilleras.
Circula por la red cómo Obama se deshizo de una mosca que revoloteaba en los estudios de televisión. La expresión española “Por si las moscas” es sinónimo de previsión y prudencia, asumida en la literatura desde que la utilizara en su novelística, ya en 1930 (“Imán”), Ramón J. Sender, tío de mi compañera europarlamentaria, la aragonesa Inés Ayala Sender, prudente y firme donde las haya. Y con divertida conversión de rebote de expresiones hispanas a lengua internacional se ha popularizado la interpretación oral, directa y mixta, de “por si las flies”.
Obama está dispuesto a trabajar en la red pero sin red, incluso matando moscas si se tercia. Su sosiego no se altera ni depende de moscardón alguno. Es también claro que no le vale ya para nunca jamás esa otra expresión de “incapaz de matar una mosca” que tiene correlato de wouldn´t hurt a fly. Dando la vuelta a la secuencia final de la película “Psicosis”, en la que Tony Perkins (“Norman Bates”) respeta, para despistar a la policía, a un insecto molesto, el Presidente, precisamente por matarlo a la vista de todos, no asesinaría a nadie.
Un Obama, bienintencionado, está con ese Alfred Hitchcock del revés.
Ojo, no obstante,… ¡por si las flies!.
Que lo de Honduras, moscardón que se cree águila aparte, termine bien: con la democracia en su sitio. Ya Tito, su genio más universal y reconocido, sufrió un largo y triste exilio buscando libertad.
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