La Comisión equivale a Gobierno Europeo, más propiamente debería llamarse el Ejecutivo, aunque, en el complejo entramado comunitario, hay que tener en cuenta el mayor rango del Consejo, constituido por los 27 gobiernos nacionales, con una presidencia rotativa semestral y ahora también con una segunda presidencia estable. La Comisión debería haberse renovado tras las elecciones del 7-J, pero el retraso del Tratado de Lisboa y otros imponderables son causas del retardado aterrizaje de los nuevos titulares. El Colegio de Comisarios va a ser examinado en diversas comisiones parlamentarias; luego ha de votarse en pleno por mayoría cualificada. La semana pasada me referí a Cathy Ashton, que ya ejerce las funciones de Solana y que lo hará con las de Benita Ferrero, comisaria de relaciones exteriores, en cuanto la interroguemos como al resto de comisarios.
Entre estos sigue un gran amigo, que ya fue compañero mío en la Universidad de Deusto, y que ha tenido general reconocimiento, Joaquín Almunia. Cambia Economía por la aún más importante cartera de la Competencia, que es materia sobre la que la Unión Europea tiene facultades soberanas por encima de los Estados miembros. Joaquín es un político probado que hará muy bien su trabajo. Su jurisdicción se extenderá a importantes áreas de otras comisarías como, por ejemplo, las ayudas que Sarkozy pretende en exclusiva para campesinos franceses. En el organigrama veo igualmente que le adscriben la responsabilidad sobre las ayudas de estado en transportes. Ojo al dato: En el horizonte, ¿el Musel?
Renuevan otros conocidos como Tajani, que ha tenido evidentes gestos hacia Asturias, que pasa a Industria; Viviane Reding, que estuvo en Oviedo a recoger el Premio Príncipe de Asturias- 2004 del programa Erasmus, y Neeli Kroes, con la que debatí el asunto Endesa. Cecilia Malstrom, ministra sueca, al final de su periplo semestral de presidencia, surge en Interior. Cecilia no pudo terminar la tramitación del llamado "paquete de asilo", en uno de cuyos informe sigo siendo ponente, pero he de reconocer, al menos, su esfuerzo y el trato exquisito y voluntarioso de sus funcionarios. Otros se van, y de su salida no puedo dejar de alegrarme como la polaca Danuta Hubner, de regiones, la danesa, Fischer Boel, de agricultura, y el irlandés MacCreevy, increíble partidario, aún en plena crisis, de la desregulación de los mercados financieros y enemigo frontal de los internautas modestos. La mayor incertidumbre la veo en Dacian Ciolos, de Rumania, que llevará Agricultura, aunque peor que la saliente, ultraliberal, difícilmente se podría hacer. El examen debería ser estas primeras semanas de diciembre, recuperando el tiempo perdido y permitiendo que la presidencia española comience sin el sobresalto de las audiencias a los nominados; pero no será así. Se impuso una agenda perversa.
A esperar que ningún nuevo comisario cometa torpezas de bulto, como el Butiglione, de hace cinco años, al que suspendimos sin paliativos.
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