CÁDIZ, CASA DE IBEROAMÉRICA,
10 DE NOVIEMBRE 2012
Sres. Copresidentes de
Eurolat,
Queridos amigos y amigas
Cómo me presta-
palabra que tanto empleamos en mi Asturias-, cómo me presta,
repito, que se haga este homenaje a Rafael del Riego, uniéndolo al de la
Constitución de 1812 y a los Parlamentos americanos.
Y es que Riego, al que la
Historia no puede olvidar, era asturiano, de Tuña, Tineo, como ya se ha dicho.
Y Pepe Esteban, en su magnífico relato "El Himno de Riego", del que
Tribuna Ciudadana, una ejemplar asociación cultural asturiana, hizo una edición
especial, nos coloca al héroe liberal antes de su muerte acordándose de su
tierra asturiana, de sus montañas, de sus valles, de su agua...y concluye que
precisamente por venir de una tierra indómita se subleva, sintiéndolo como un
deber de asturiano, contra la dictadura y en favor de la Libertad, como tantos
asturianos han hecho luego siguiendo su ejemplo.
Sí, querido Pepe
Esteban,estoy de acuerdo con el hondo significado de tu anécdota de Adolfo
Suárez, al que yo, mi partidismo político y campo ideológico, muestro igualmente
respeto. Siendo joven abogado, la familia de un sacerdote español,desaparecido en
Chile, me había encomendado actuaciones. Increible, pero cierto, Suárez llamó
para que le viéramos en MONCLOA a tratar aquel asunto de un compatriota
desaparecido que jamás apareció. En Moncloa, con el entonces Presidente del
Gobierno, estuve con la hermana de aquella víctima de Pinochet, acompañados
también de Ruiz Jiménez. Me descubro,en efecto,ante la actitud de Suárez de
aquella tarde y su espíritu reformador
Riego contrajo matrimonio
con Teresa, pariente suya, de Cangas de Narcea, entonces Cangas de Tineo. Yo
les confiese que también, Eloina, mi mujer, es de Cangas, tierra admirable a la
que el amor nos llevó.
Gracias, Luis Yáñez, por
haberme implicado en este acto, gracias Willy Meyer, por tu siempre trato
abierto y colaborador, solidario siempre con las mejores causas de la
Humanidad.
Me uno a los motivos de la
prestigiosa distinción centroamericana, que nuestra querida copresidenta,
diputada hondureña, acaba de anunciarnos para Meyer. Felicidades, Willy.
Gracias Ignacio Salafranca,
copresidente de Eurolat, por las palabras que has pronunciado, aunque este
agradecimiento lo reciba luego, porque he de reiterárselo en otro
momento, dado el ineludible viaje de nuestro querido colega, extensivo al
magnífico discurso pronunciado ayer ante S.A.R..
Gracias, Gloria Oqueli,
también copresidente, porque tus palabras, pues bien lo sabes, me llegan
profundamente. Y tu sincera exigencia de que de la parte europea evitemos
ambigüedades para proclamar de forma clara que las Malvinas son argentinas,
latinoamericnas. Asumo el reto, en lo que a mí como diputado europeo me
corresponde y cuánto más siendo también consecuente con mi pretensión, ya
expresada en el Parlamento, de que Gibraltar es español y quiero que así lo
veaís todos. Y aún, decíamos ayer, hemos de estar con la lucha de nuestros
amigos chipriotas por su integridad territorial contra la ocupación turca del
Norte de su isla, que conozco su sufrimiento en directo por haberla visitado.
La integridad territorial, la invasión extranjera, son problemas que, como muy
bien dijiste en el Oratorio de San Felipe Neri, no cabe soslayar bajo concepto
alguno.
Pepe Esteban recrea magníficamente
los sentimientos de Riego, Presidente que fue de nuestras Cortes en el periodo
liberal. Pepe resalta lo que, sin duda, eran los pensamientos del General. Solo
fueron tres años de vida pública, como le ocurrió a Jesucristo !Pero qué tres
años! Debemos conocerlos, conocer nuestra Historia inmediata, realzarla,
revivirla, hacerle justicia. Esa historia de lucha por la libertad y la
Constitución, que tanto olvidan, o confunden, hoy muchos, y también los
secesionistas que ponen su particular visión del propio ombligo y no el bien de
la nación y el progreso de sus pueblos, que animaba la acción generosa de
Riego. Como muy bien nos ha dicho Pepe, que es el maestro, no se trataba del
más inteligente probablemente y reconoce que con algunos de sus impulsos pudo
cometer errores pero era un revolucionario entregado a la libertad.
Tengo para mí lo que decía
el socialista Indalecio Prieto, nacido en Oviedo, mi ciudad, de "soy
socialista a fuer de liberal".
Y esa espontánea lucha por
la libertad, me llevó, cuando tenía dieciocho años a conocer y buscar a
Salvador de Madariaga, el liberal español al que tanto deben las instituciones
de la Unión Europea. Paseando en su jardín, en Saint Andrews, Oxford, Madariaga
me hablaba de Riego, alzado contra Fernando VII, y, en un inciso, tomándome del
brazo, me insistía,"Y Franco es todavía peor Rey que Fernando VII"
Pero ¡cuánto simbolismo el
de estos actos gaditanos de Eurolat! Ayer, el Príncipe de Asturias, cuyo sexto
abuelo es ese Rey felón, como ha dicho Meyer, presidía tan digna y
legítimamente nuestro homenaje a la Constitución. Y en Cádiz hay desde hace un
siglo una placa en homenaje a los diputados asturianos que firmaron en el
Oratorio la Constitución. ¿Cómo no emocionarme en un acto así, pensando, que
allí estábamos, María Muñiz y yo, dos eurodiputados asturianos del siglo XXI, y
también Enrique Iglesias, que es astururuguayo, nacido en Arancedo, en el
Concejo asturiano de El Franco. Enrique es el gran catalizador de las cumbres
iberoamericanas que se vienen sucediendo con su trabajo y presencia, en su día
impulsadas por Luis Yáñez.
¡Y Riego qué importante es
para América y para el fin del colonialismo! Cómo influye todo en la lucha de
ultramar por la independencia de las que serían felices Repúblicas americanas,
vuestras Repúblicas, diputados y amigos latinoamericanos. Porque gran
trascendencia que Riego, proclame la Constitución en Las Cabezas de San Juan,
pero no menor que lo haga con una tropa que se niega a viajar a América a reprimir
las luchas americanas.
Reconociendo su lucha
doscientos años después seguimos reconociendo la nuestra, la vuestra, por la
Libertad.
Libertad imprescindible para
los pueblos, aquí y allá.
Y puesto que hoy hemos sido
confianzudos, os cuento que participé antes en otro homenaje a Riego. Fue en su
Tuña natal un 7 de Noviembre, aniversario de su ejecución por Fernando VII, de
1977.
Era yo, por entonces,
abogado, joven abogado, del último Presidente de la República española en el
exilio, Don José Maldonado. Don José y su mujer, la encantadora Doña Rosalía,
que Eloina y yo, no podemos olvidar, me mandataron, una primera vez en París, y
otra en México, para la recuperación de su patrimonio, confiscado por el
Ejército al comienzo de la guerra civil. Es sabido que Maldonado y su gobierno
ponen fin a las instituciones republicanas, una vez que el pueblo español
cuenta con unas Cortes, elegidas en votaciones democráticas, transparentes.
Pero Maldonado opta por
seguir viviendo hasta su muerte en el extranjero. Había sí una España que se
homologaba a las democracias pero no había aún Constitución, que se estaba
elaborando. No obstante convenzo a Don José, y a Doña Rosalía, de la
oportunidad de su regreso a Asturias. Miembros de su Gobierno como Tarradellas
ya había pronunciado el famoso "Citadans de Catalunya,¡Ja soc aquí!"
y Leizaola, el lehendakari vasco, de forma más discreta, también estaba ya en
Gernika. Maldonado duda, el Presidente de su gobierno, Fernando Varela, optaba
por no volver pues quiere morir en Francia, sin regresar jamás. El
convencimiento llega cuando unimos el regreso a Asturias con un homenaje
multitudinario a Riego, en el Concejo de Riego y de Maldonado, donde había sido
Alcalde y como tal había hecho, allí, en Tuña, otro homenaje al advenimiento de
la II República, cuyas instituciones, con tanta dignidad, Maldonado
representaría, como Munícipe desde 1931, como Diputado en Febrero de 1936 y
como Presidente que terminaría sucediendo a su correligionario Manuel Azaña, y
de forma más inmediata a Luis Jiménez de Asúa, del que tanto sabeis los
juristas argentinos e hispanoamericanos.
Don José llega en un
memorable recibimiento a la Estación de Oviedo donde es recibido por una gran
manifestación de jóvenes que enarbolan banderas tricolores. Esa manifestación
hace que viajeros que iban en el tren creen que se acababa de proclamar la
República y hay quien se sale del vagón por el otro lado de la vía.
En el andén está para
cumplimentarle una representación de diputados recién elegidos de UCD y del
PSOE y de la Ejecutiva del PCE, del MC y de otros partidos de
izquierda; también las centrales sindicales.
De allí a Tuña donde es el
orador central, con intervenciones también de Luis Gómez Llorente,
Vicepresidente del Congreso, que acaba de fallecer, y mía. Y Don José se queda
en Oviedo, en un piso que compraría para él un republicano refugiado de niño en
Francia, al que había socorrido durante la ocupación nazi. Nuevamente tuve el
honor de ser abogado de esa operación de solidaridad.
Ya yo mismo Alcalde, el
Ayuntamiento de Oviedo puso por unanimidad una calle a Don José, que él mismo
inauguró.
Muere primero Doña Rosalía,
atendida por mi mujer, y luego Don José.
El día de su fallecimiento
me telefoneó la Casa Real (el General Fernández Campo) para decirme que, dado
que no estaba en Asturias el Presidente del Principado, al que hubiera
correspondido y Don José carecía de descendientes directos, el Jefe del Estado
me pedía que trasladara a su familia más cercana los sentimientos de respeto y
condolencia del Rey, lo que hice, con la emoción que os podeis imaginar,
inmediatamente. Emoción aún mayor, enseguida, pues, junto a los republicanos
históricos llevé a hombros el féretro bajo la bandera de la República con la
que se enterró en el cementerio ovetense.
Debía de ser esa su última
morada pero, tras dejar yo la Alcaldía, mi sucesor tuvo el mal gusto, sin duda
no tanto suyo como de alguno de sus colaboradores cercanos, de expulsar sus
restos de la tumba, en un acto deleznable que recuerda el mal trato que
Fernando VII tuvo también con el cuerpo de Riego en 1823. Acto lamentable que
generó el estupor de historiadores como Nicolás S. Albornoz y/o Marichal.
Amigos, qué bueno que os
hayais acordado de Riego; yo, como vosotros, uno su memoria también a la de su
paisano Maldonado, a la Constitución y a las nacientes Repúblicas que son las
vuestras, hermanos del otro lado del Atlántico, la mar océana a la que dan esos
ventanales y que Riego no quiso surcar con su tropa.
5 comentarios:
Una intervención fantástica. Enhorabuena Antonio.
Javier
Brillante
C.Ll
Querido Antonio
Gracias por tu constante apoyo
Mis sentimientos son exactamente los mismos por Malvinas y Gibraltar que por la parte norte de Chipre
Saludos cordiales
I Kasoulidis
Querido Antonio, te felicito por tu discurso, es una delicia su lectura, las referencias a Inda Prieto, Salvador de Madariaga ,al que es verdad tanto deben las instituciones de la UE., Riego proclamando la Constitución en Marzo de 1812 ;Es cierto, recuerdo en Noviembre de 1977 el homenaje de Tuña, donde tuviste una participación destacada. Sobre Maldonado me trae recuerdos de su entierro en el Salvador, en aquel acto yo pensaba que injusta es la política y que frágil la memoria de unos y el desconocimiento de nuestra propia historia de otros, teniendo en cuenta, la reducida asistencia para dar el último adiós a Maldonado y lo que simbolizaba su entierro
Un abrazo.
P
Estimado Antonio:
Muchas gracias por la estupenda intervención sobre el
general Riego durante la reunión de Eurolat.
Un abrazo
Enrique Iglesias
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