Entre el 1 y 4 de Julio de 1976, mi hoy compañero en el Europarlamento, Emilio Menéndez del Valle, estuvo conmigo en Argel, invitados por el senador italiano Lelio Basso a la constitución de la que se llamó Liga de los Derechos de los Pueblos. Asistían también Marisa, mujer de Emilio,y el ovetense, aún estudiante, Gustavo Bueno Sánchez. Sería el 4 por la mañana temprano cuando un periodista alemán nos dijo, en perfecto español, que el Rey había designado a Adolfo Suárez como Presidente del Gobierno y que había una gran decepción por no haber sido Areilza, que se presumía aperturista.
Emilio, entonces, hizo unas declaraciones que me parecieron audaces, pero que hoy son históricas y para mí inolvidables. Consideraba que el nombre de Suárez era un acierto y que ayudaría en el camino a la democracia. Luego me reiteró a mí que lo intuía claro tras haber escuchado alguna intervención de Suárez, creo, en las Cortes.
Emilio, entonces, hizo unas declaraciones que me parecieron audaces, pero que hoy son históricas y para mí inolvidables. Consideraba que el nombre de Suárez era un acierto y que ayudaría en el camino a la democracia. Luego me reiteró a mí que lo intuía claro tras haber escuchado alguna intervención de Suárez, creo, en las Cortes.
2 comentarios:
Bueno, Masipote. Comenta Marisa que te diga que, sorprendentemente, siempre he sido muy intuitivo. Ya ves... Nos hemos tragado todo el telediario de las 21, como sabes, casi entero sobre Suarez, llorando ambos. Que época, Antonio.
Más abrazos, también de su parte.
EMdelV
No tiene lógica que dejéis el Parlamento Europeo tantos veteranos a la vez.J
Publicar un comentario