El profesor
Pese a la actualidad del tema y la calidad editorial tardé en hacerme El
El iusinternacionalista Medina Ortega ha publicado un libro "rigoroso", como decía el famoso sabio de su segundo apellido, de plena actualidad: "El derecho de secesión en la Unión Europea". Fundación Alfonso Martín Escudero. Editorial Marcial Pons.ejemplar, pero "nunca es tarde si la dicha es buena".
Manolo fue compañero mío en el Parlamento Europeo, durante mi primer mandato y él ya llevaba en Bruselas/Estrasburgo desde la incorporación española. Lo tengo por auténtico maestro que me enseñó la trastienda para moverme entre bambalinas y también el rigor exigible a las más nimias intervenciones cuando se pide la palabra en una Comisión tan significativa y trascendente como la Juri, o Jurídica, a la que ambos pertenecíamos. Por un curioso efecto reglamentarista el titular era yo y él ocupaba plaza de suplente, cuando en la práctica solo era para mi un aprendizaje atento a sus muchos saberes de fondo y procedimentales. Por entonces, tuvo para conmigo la generosidad de presentar uno de mis libros en Las Palmas.
Su libro de ahora es completamente necesario en la literatura comunitaria pues aborda de lleno una preocupación que tanto afecta no sólo a la UE y a España sino también a otras regiones europeas con tentaciones secesionistas, tal sea la momentáneamente abortada de Escocia, la Padamia italiana, parte de Hungría, Flandes... Cuestiones todas en las que Manolo aprecia "un alto grado de voluntarismo y amateurismo" cuando "no se toman en cuenta los requisitos estrictos de orden constitucional que impone la pertenencia a un Estado de Derecho y la necesidad de conformarse a las disposiciones de la Unión".
Como ha sido asumido por la soberanía popular, expresada en Cortes, y, reiteradamente, por la propia Comisión de la UE: "la secesión de una parte de un Estado miembro supone la pérdida de la entidad separatista de los derechos inherentes a la pertenencia al territorio de la Unión y, entre ellos, la pérdida por sus habitantes de la condición de ciudadanos de la Unión Europea". Es una conclusión que no por obvia anima a leer al exdiputado porque su razonamiento es brillante, enriquecedor y definitivo.