Marcelo entre flores

Pablo TUÑÓN "El día menos pensado me voy a ese otro mundo para que nadie pueda decirme que la utopía no existe". Carmen Eva Pérez Ordieres, diputada regional y sobrina nieta de Marcelo González, protagonizó el momento más emotivo del acto de despedida del histórico dirigente socialista gijonés al recordar esas palabras, pronunciadas por el propio Marcelo García. Y nada más pronunciarlas, los asistentes, que abarrotaron el salón de actos del tanatorio de Cabueñes, entonaron La Internacional para poner punto y final al adiós de cuerpo presente al que era presidente honorífico de la Agrupación Socialista de Gijón. 

El PSOE organizó un acto de casi una hora en el que, sin embargo, no dio tiempo a leer la carta dedicada a Marcelo García que envió Alfonso Guerra, exvicepresidente del gobierno. O el pésame que también escribió para él José Luis Rodríguez Zapatero, expresidente. "Marcelo nos deja a todos huérfanos de un gran padre político, un ejemplo a seguir en la lucha por los ideales socialistas, por la justicia, por la paz... Nos consuela su ejemplo. Tenemos que recordar la historia de lucha que compartió con su querida Encarna (mujer de Marcelo García), tenemos que rendir homenaje a un gran hombre, un magnífico socialista", expresó Zapatero, que no pudo asistir al acto del tanatorio, algo que quería hacer también Pedro Sánchez, candidato a la presidencia del PSOE. Ambos llegaron justos de tiempo para el mitin que se celebró después en Ceares, y en el que planeó en la memoria de todos la figura del histórico militante. Incluso otro expresidente, Felipe González, le dedicará unas palabras en el acto que tiene programado el lunes en Asturias.

Si los "pesos pesados" del socialismo español han tenido muy presente el fallecimiento de Marcelo García, sus compañeros y amigos asturianos, más cercanos, desbordaron ayer el salón de actos del tanatorio para "honrar" su memoria. Arquímedes, su hermano, depositó sobre el ataúd, envuelto en una enseña del PSOE y la UGT, rosas en nombre de allegados ya fallecidos, como la propia Encarna Vega.

Especialmente emotiva fue la intervención de Eva Pérez, que recordó a su tío abuelo y mentor ideológico como "un hombre apasionante, que nos regaló unas gafas para ver el mundo con las que nunca más puedes permanecer al margen de las injusticias". La diputada regional del PSOE expresó recuerdos de su niñez. "Cada día, Marcelo y Encarna nos repetían los mismo: 'Tenéis que luchar'", contó.

También hubo espacio para "echar un cantarín", algo a lo que era aficionado Marcelo García. Y lo hizo el cantautor Julio Ramos, "sobrín políticu" del fallecido. Se atrevió con una canción que le había enseñado la propia Encarna sobre un gijonés de izquierdas que huye de la ciudad pero cae preso en la posguerra. 

Previamente intervinieron Pedro Sanjurjo, presidente de la junta general del Principado, y Santiago Martínez Argüelles, secretario general del PSOE gijonés. Ambos destacaron el compromiso y la generosidad del homenajeado. "Marcelo nunca tuvo un duro y cuando lo tenía se escapaba porque siempre alguien lo necesitaba más", contó Sanjurjo, que terminó parafraseando a Pablo Iglesias, fundador del PSOE: "Los socialistas no mueren, los socialistas se siembran". Martínez Argüelles, que describió "el legado" de Marcelo, recalcó que "anteponía lo colectivo a lo individual; nunca hablaba del yo, sino del nosotros". En el acto intervino además Teresa Ordiz, exconcejala del Ayuntamiento de Gijón. 

Además de multitud de representantes socialistas de toda la geografía asturiana, acudieron dirigentes de la UGT y otros sindicatos así como algún político de otro signo, como Ignacio Prendes, de Ciudadanos. Y todos se fueron con un grito unánime: "¡Hasta siempre, Marcelo!".