Antonio Masip (Oviedo, 1946) retirado de la primera línea, no es ajeno a las turbulencias políticas que sacuden al país. Sigue muy de cerca la cuestión catalana, por linaje (su abuelo era de Lérida) y por sus contactos políticos que se remontan a Josep Tarradellas, y que llegan hasta alguno de los actuales consellers en el ‘exilio’. Sobre los recientes cambios en el PSOE, y los que están por llegar, el veterano socialista, curtido en mil batallas políticas, mide sus palabras, y también sus apoyos, aunque deja entrever su valoración sobre la nueva añada de dirigentes que se han hecho con el control del PSOE.
.-¿Cómo ve, desde ‘su ventana’, la situación que vive Cataluña?
Con preocupación y lástima. El penúltimo capítulo, el ‘exilio’ de Puigdemont a Bélgica, me parece un absurdo. Creo que fue una triste idea de Raul Romeva, a quién conocí en el Parlamento Europeo.
.-Puigdemont podría llegar a pedir asilo en Bélgica amparándose en la ponencia que usted redactó hace casi una década, el llamado informe ‘Masip Hidalgo’.
Es algo grotesco. Pretenden comparar la situación actual con el franquismo y la persecución política. Es un insulto a la inteligencia.
.-Las encuestas electorales pronostican que los partidos independentistas perderán votos, aunque volverán a ganar las elecciones.
Ya veremos.
.-¿Anticipa un vuelco?
Parece que hay un cambio en el sentir de la gente, que pide más ‘seny’. La locura catalanista ha llegado demasiado lejos, rompiendo con muchos años de lealtad al Estado y una actitud positiva para la gobernabilidad, dentro del respeto y las leyes.
.-En la cuestión catalana, el PSOE nunca ha estado muy acertado, y siempre ofrece una cara ‘B’ con postulados alineados con los nacionalistas. El PSC incluso amenazó con ir por libre.
Creo que deberían escuchar a mi buen amigo Josep Borrel. He hablado con él varias veces estas semanas, y tiene un discurso serio y sensato. Y no soy sospechoso de ser de su cuerda. Siempre apoyé más a Almunia.
.-¿Le ve como candidato socialista en las próximas elecciones catalanas?
Tiene 70 años, uno menos que yo. Otros deben asumir esa responsabilidad. Pero podría ir en la lista por Lérida.
.-Hablemos de Asturias. ¿Qué opinión le merece el cambio de ciclo en la FSA?
No pude ir a votar (estaba ingresado), pero doy todo mi apoyo a Adrián Barbón.
.-En muy pocos meses, Javier Fernández ha caído en desgracia tras diecisiete años en los que casi nadie le rechistó.
Javier es un gran político, y aún le quedan dos años de mandato. Creo que hubiera sido un buen presidente del Gobierno. Si se hubiera presentado a las primarias del PSOE, podría haber ganado, y con el tiempo habría llegado a La Moncloa.
.-¿Cree que se equivocó saliendo al rescate de Mariano Rajoy?
No. Hizo lo único que podía hacer. Forzar otras elecciones generales era una locura. Ocurre lo mismo que con el 155. No me gusta, pero no hay más remedio que aplicarlo.
.-Quizás su gran error fue dilatar tanto el proceso de elecciones internas en el PSOE, dando alas a Pedro Sánchez.
Javier actuó de forma correcta, honesta e impecable.
.-Adriana Lastra ha pasado del ostracismo, a ser hoy la mujer con mayor poder en la historia del PSOE.
No la conozco mucho.
.-Pedro Sánchez tiene el control del PSOE, pero las heridas internas aún no han cicatrizado.
No lo sé, porque yo estoy marginado.
.-¿Voluntariamente?
Sí. Me refugio en las columnas que escribo en prensa, y en la novela que estoy escribiendo (sobre Indalecio Prieto). Me han hecho alguna consulta jurídica desde el Ayuntamiento, y siempre estoy dispuesto a ayudar, pero hace mucho tiempo que no subo las escaleras de la Casa del Pueblo.
.-Adriana Lastra, Pedro Sánchez, Pablo Iglesias, Echenique, Ada Colau… Los políticos de hoy tienen menos hechuras que los de antes.
Falta calidad, y los mediocres se rodean de otros más mediocres que ellos, para tratar de ocultar sus carencias, empezando por el Gobierno. Ahí tenemos a Soraya Saenz de Santamaría, que va de fracaso en fracaso, a Maria Dolores de Cospedal, a Dolors Montserrat, ministra de Sanidad…
.-¿Qué opina de Albert Rivera?
Tanto Albert como Inés Arrimadas están dando la talla. Me han sorprendido gratamente.
.-¿Y del líder de Podemos?
Pablo Iglesias fingía ser una cosa, y resultó otra muy diferente. En dos años, Podemos ha pasado de ser un movimiento que canalizaba el descontento, a convertirse en un partido con mal de altura, ambiguo y sin capacidad política. Iglesias me ha decepcionado.
.-Ahora la política se libra a golpe de tuit y 144 caracteres.
Como le decía, falta calidad.
.-Por cierto, ¿que opinión le merece Adrián Barbón?
Confío en él, pero ha cometido un error serio, cuando replicó al gobierno del Principado, diciendo que ‘quien traslada la posición de los socialistas soy yo’. Ese tipo de cosas no se pueden decir. Y lo sé por experiencia. Perdí la alcaldía de Oviedo el día que ‘La hoja del Lunes’ tituló que el Ayuntamiento se iba a dirigir desde la Casa del Pueblo. Los votantes toman nota.
.-¿Le ve como candidato socialista en las próximas elecciones autonómicas?
No lo sé.
.-¿No tiene la impresión de que el PSOE se ha quedado sin fondo de armario en Asturias, y también a nivel nacional?
Durante todos estos años, las primeras líneas han estado ocupadas por personas que participaron en la lucha antifranquista. Es difícil asumir el relevo, pero lo estamos consiguiendo. Antes, pensaba que el PSOE en Asturias y Oviedo, corría el riesgo de envejecer sin alternativas, pero por suerte, hay nuevas generaciones pidiendo paso.
.-El PSOE gobierna en Oviedo, pero está en la oposición en Gijón. El mundo al revés.
En Oviedo se pactó para echar al PP, y en Gijón nos pusieron pegas. Una lástima.
.-En Gijón, las tres izquierdas no son capaces de unir sus votos para desalojar a Foro Asturias.
Xixón Si Puede se comportó de forma abyecta. Josechu podría ser un gran alcalde.
.-¿Qué le parece la gestión de Carmen Moriyón?
Recuerdo que tanto Moriyón como Fernando Couto nos apoyaron totalmente en la lucha para salvar el empleo de Tenneco. La respeto y la aprecio.
.-En Oviedo, Wenceslao López es alcalde por obra y gracia de Somos. O dicho de otro modo, es alcalde de rebote y con solo 5 concejales. Un mínimo histórico.
Sí, pero es el alcalde, y está haciendo una buena labor a pesar de las dificultades. Yo nunca tuve mayoría (en mi mejor legislatura, teníamos 13 concejales), y sé que es muy difícil gobernar.
.-¿Se atreve a ponerle una nota de 0 al 10, al tripartito?
No hay tripartito. Wenceslao es el alcalde, y punto. Después están Ana Taboada y Roberto Sánchez Ramos, a quienes también aprecio. Y volvemos al problema de la falta de calidad política.
.-Pero, ¿qué nota les pone?
Al alcalde, un sobresaliente.
.-Se dice pronto, pero hace 30 años que el PSOE no gana unas municipales en Oviedo.
Yo pude haber gobernado 4 años más. El CDS e IU me ofrecieron su apoyo para frenar a Gabino, pero Javier Sopeña, concejal del CDS que después se pasó al PP, no accedió a votarme. Oviedo es una ciudad difícil para los socialistas, siempre lo ha sido.
.-¿Donde están los 40.000 votos que tenía el PSOE en la década de los 80, y los 39.000 de 1999 con Leopoldo Tolivar como candidato socialista?
¿Mis votantes? Muchos muertos. ¿Los de Leopoldo? Pueden ser esas personas que optan por la abstención, y que no se movilizan.
.-En Oviedo, 5 concejales y 19.000 votos, reflejan que el PSOE está en los huesos.
Parece que muchos dudan de la capacidad del PSOE para volver a ganar, cuando ahora hay un gobierno de izquierdas en Oviedo. No podemos transmitir esas dudas.
.-En las ultimas elecciones municipales, el PSOE tenía más cerca que nunca la alcaldía de Oviedo, tras la retirada de Gabino de Lorenzo.
Aún sin Gabino, Oviedo es, sociologicamente, una plaza complicada para nosotros. Pero hubo un necesario acuerdo de las izquierdas, y arrebatamos el poder al PP. No era cuestión de comparar gestiones o modelos de ciudad, sino de devolver la honradez a una ciudad que había sufrido una época de corrupción terrible.
.-Podemos, a nivel nacional, XSP en Gijón, y Somos en Oviedo, les han comido la tostada.
Tuvieron la capacidad de hacer buenos fichajes. Mi querida Manuela Carmena en Madrid, Ana Taboada en Oviedo. Pero algunas apuestas les han salido muy mal. Tendrían que hacérselo mirar. Y nosotros también.
.-Ni siquiera la defunción de IU le ha permitido al PSOE levantar cabeza.
Tomaron la decisión de integrarse en Unidos Podemos. Ya veremos cómo les resulta la jugada. El PSOE se está recuperando, según las encuestas.
.-En la AMSO, en una semana, arrancará el proceso para elegir a un nuevo secretario general. ¿Quién es su candidato?
No soy nadie para pronunciarme.
.-Deme un solo nombre.
Sé que Iván Piñuela y Gonzalo Olmos son dos de los candidatos. Buenas personas y buenos políticos.
.-¿No cree que ya va siendo hora de que Gonzalo Olmos de un paso hacia delante?
Por supuesto. Ya es hora de que de un paso al frente.
.-El aparato de la Casa del Pueblo es posible que vuelva a obstaculizar a los candidatos no oficialistas, facilitándoles el censo de afiliados a última hora, pero no su número de teléfono.
Ya he vivido elecciones turbulentas, y creo que han quedado atrás. El actual secretario y alcalde, Wenceslao López, es una persona íntegra y honrada, y no permitirá desmanes. Garantiza la transparencia.
.-Será un proceso de elecciones interno y cerrado al resto de ciudadanos.
Siempre he apostado por las primarias abiertas, en los municipios, comunidades, y a nivel nacional. La AMSO tiene unos mil militantes, pero en las pasadas elecciones tuvo 19.000 votos. Esos son los que importan, los votantes que debemos escuchar. Si no les gusta el candidato o el programa, se quedarán en casa u optarán por otro partido. Abrir las primarias a todos los votantes del PSOE, sería un aldabonazo para demostrar que sí creemos en la democracia abierta, pero yo no soy nadie para levantar esa antorcha. Otros deben hacerlo.
.-A nivel regional, en las autonómicas, también puede pasar de todo…
Queda mucho tiempo, pero confío en Javier y en su sucesión al frente del Principado.
.-Podemos puede tener la ultima palabra para evitar un gobierno en coalición del centro derecha en Asturias.
Podemos tendrá entonces que dejar de ser ambiguo, y demostar que tienen el bagaje político necesario para tomar la mejor decisión, y no actuar de forma caprichosa como en Gijón.