viernes, 28 de diciembre de 2018

LA PRIMERA VEZ DE MONTSERRAT CABALLÉ EN OVIEDO


MONTSERRAT CABALLÉ EN SU PRIMER OVIEDO
Tengo un recuerdo muy vivo de Montserrat Caballé en Oviedo. Lo dio bien La Nueva España y erraron otros.
Mis padres habían asistido al inicio de la temporada del Liceo 62/63, en el que los Fontana, nuestra querida familia catalana, tenía palco. Con motivo del fallecimiento de Montserrat, varios medios han resaltado su agradecimiento a los Bertrand y los Rocha que apoyaron sus iniciales pasos. Pues bien, un Bertrand actual, Manuel, que emparentaría con los Fontana, presidía Amigos del Liceu, durante mi tiempo en una clínica badalonesa, donde me enseñaban a andar de nuevo, invitándome a su despacho del coliseo en el descanso de un audaz Don Carlo del que él mismo discrepaba; por otra parte, Rocha era médico de mi padre, una eminencia, que le recomendó una cantante, joven e insólita, que encantaría si cantase en Oviedo. Era Montserrat a la que pronto escuchamos en concierto matinal que dio TVE, aún unicanal blanco y negro. Manolo Buylla, Presidente de la Filarmónica, luego Alcalde, recibió la llamada de mi padre estableciendo el debut de la prometedora artista para el 11 de Febrero 1963. Coincidió con el funeral de mi progenitor que retrasó el concierto al 12.
En iniciativa que me sigue emocionando, la cantante se nos ofreció a la familia a la despedida de San Isidoro. Luis Arrones en sus libros y Jaime Buylla, mi madre y yo mismo, en este periódico, contamos la decepción que nos supuso la prohibición del Arzobispo García Sierra a que interviniera como solista reforzando coro varonil: “¡no caben voces mixtas!”. Aquel lacónico sucedido de la autoridad eclesiástica es inimaginable hoy, pero el novelista Pepe Montero, autor del relato de una soprano y el Campoamor, que organizó ha mucho también un recital de la cantante en Ripoll, me anima a reiterarlo.
De aquella histórica actuación en el Teatro Filarmónica quedan la crítica de FLORESTAN en la hemeroteca de este diario y el recuerdo aún latente en los entonces jovencísimos aficionados que siguen viviendo, Purita de la Riva, ella misma artista de primera, Eugenio, Luis y Covadonga Bertrand Baschwitz, Buylla, Mari Chelo Muñiz Toca, Paquirri G.Villamil A.Buylla, Brígida R. Uría, Paco Álvarez Riesgo...
 Cuando preparaba, desde la Consejería de Cultura, la estrategia para mi ida al Ayuntamiento, valoré que la imagen que proyectábamos los socialistas en fútbol y ópera, dos iconos autóctonos, no era la mejor. Entonces, por iniciativa de Pepe Galán y Covi Bertrand, presidenta del Coro universitario, aún impresionada por el concierto de 1963, trajimos a Montserrat a dos actuaciones, en el Campoamor y en la Laboral, que resultaron rebién; la segunda incluso mejor si cabe. La soprano estuvo además carismáticamente cercana a los estudiantes del Conservatorio que dirigía Miguel Gomis y del que Javier Gómez Tuñón era presidente de la Asociación de Padres y Alumnos.
No puedo olvidar tampoco una conmovedora representación que los Cosmen y Juan y Francisco Rodríguez montaron en el Monasterio de Corias.
Acierto de la Filarmónica rememorar a Montserrat con la reaparición de su hija y sentidas palabras del Presidente de la Sociedad que la trajo por primera vez a nuestro Oviedo.

martes, 25 de diciembre de 2018

UTOPIA DE LORENZO SILVA QUE DA A PENSAR

La idea le surgió a quien suscribe leyendo el otro día la muy interesante y sugestiva reflexión del filósofo Jürgen Habermas publicada en EL PAÍS bajo el título ¿Hacia dónde va Europa?. Apunta Habermas que una de las mayores dificultades que tiene Europa para consolidarse como sujeto político capaz de afrontar con éxito sus contradicciones internas y sus desafíos exteriores es la falta de una opinión pública europea ante la que respondan sus dirigentes. Los líderes europeos, o quienes giran como tales en ausencia de algo mejor, solo piensan en sus opiniones públicas nacionales, cuya dinámica corriente poco contribuye a fortalecer la unidad continental; más bien tiende a tirar de ellos en sentido contrario, con una inercia centrífuga que enquista los problemas y los recelos entre europeos y priva a Europa de la aptitud de tratar de tú a tú con otras potencias globales.
Esta falta de una opinión pública europea tiene múltiples causas, pero hay una instrumental que resulta especialmente determinante: no tenemos los europeos una lengua común en la que desarrollar ese debate público que nos incluya de forma solidaria a todos. Por poner un ejemplo: si algún día se instaurara el cargo de presidente de la UE elegido por sufragio universal, un debate entre los candidatos tendría que hacerse con traducción simultánea, y para la mayoría de los electores sonaría en una lengua que percibiría como ajena. Mal comienzo, que permite dudar que esos debates fueran tan influyentes como los que se producen entre quienes aspiran a ocupar la Casa Blanca.
¿Es del todo descartable la posibilidad de que, además de mantener una constelación de lenguas cooficiales, protegiendo y respetando el derecho a su uso, institucional y privado, la Unión Europea adoptara una lengua oficial común a todos? ¿Y en caso de que no lo fuera, cuál podría o debería ser la elegida?
Siempre es complicado, en organismos políticos surgidos de la agregación de partes heterogéneas, establecer recursos únicos o comunes, que por su propia naturaleza impiden satisfacer a todos. La Unión Europea, sin embargo, ha debido resolver ya ese problema, en alguna de sus formas: por ejemplo, hubo de elegir una capital y se optó por Bruselas, que es Bélgica y ninguno de los demás países miembros. Se hizo por razones de conveniencia geográfica —superadas con la ampliación— y no fue ajena a la designación la circunstancia de que Bélgica no fuera uno de los países de más peso demográfico y político en el club.
¿Qué criterio podría seguirse a la hora de elegir una lengua común para todos los europeos? No parece absurda la segunda de las pautas expuestas, esto es, que no sea ni el alemán ni el francés, idiomas de los dos grandes países que, al salir Reino Unido de la casa europea, forman su pared maestra. Y si hay que buscar una razón objetiva y de peso, análoga a la de la centralidad geográfica de Bruselas, parece que hablando de una lengua común no sería mal criterio apostar por la globalidad y la mayor afinidad a otras lenguas del continente.
A estas alturas, se verá venir la utopía sobre la que versan estas líneas. En el siglo XXI, guste o no a quienes hablan otra, sólo hay en el mundo cuatro lenguas de dimensión global: el chino mandarín —la que tiene más hablantes nativos—, el español o castellano —que es la segunda, pero con mayor diversidad cultural y geográfica—, el inglés y el árabe. De las cuatro, dos son oficiales en países de la Unión Europea, pero al quedar tras el Brexit el inglés reducido a Irlanda, el español suma a la baza de contar con más hablantes nativos la de tenerlos también en la UE y ser mucho más afín, como lengua romance, a lenguas como el portugués, el italiano, el francés o el rumano, lo que suma 210 millones de ciudadanos comunitarios —de un conjunto de 500 millones, 440 si le restamos los habitantes de Reino Unido— capaces de dominarlo con no demasiado esfuerzo.
A ello añádase el hecho de compartir ese código lingüístico común con un continente con el potencial de América, que en el sur y centro ya habla español —también Brasil, que lo imparte en su sistema educativo— y en el norte lo ve crecer de manera imparable, lejos de ceder terreno frente el inglés y pese a contar este con el firme aliento de la superpotencia estadounidense. Si atendemos a todas estas circunstancias, cuesta no apreciar que el español es el latín del siglo XXI; la única lengua susceptible, sobre bases objetivas, de ser la común a los europeos de hoy como el latín original lo fuera de los de hace 2.000 años.
Será una utopía, pero no se diga que no está razonada. Y piénsese en lo que alentamos, mientras sigamos sin tener un idioma en el que hablarnos todos y desarmar a los filisteos que aspiran a derribar este prometedor edificio de civilización.

domingo, 23 de diciembre de 2018

EL BELÉN


EL NACIMIENTO Y LE PONT D´AVIGNON

Tía Lelé Hidalgo, cuyo talento artístico intuyo en su sobrina Patricia Urquiola y en sus nietos, la cineasta Violeta Barca y el grafista Nicolás Reyners, nos convocaba entrado diciembre en casa de los abuelos. Conmemorábamos el primero de los Santos Lugares. Nominábamos “Nacimiento” más que “Belén”. Las figuritas se empaquetaban de año en año. Pinceladas del Arte había en la recluta de los primos, todos con misión imprescindible, y en buscar cada vez diseño distinto. Los caminos en curva-Lelé nos explicaba que eran caros al impresionista Cézanne con los que engrandecía la perspectiva- conducían al portalín, cortezas del inmenso desaparecido pinar de Salinas, musgos y un feérico papel de caramelo, que convertía diminuta linterna en lumbre, “evangélica hoguera permanente”. No faltaban mula y buey que luego Benedicto XVI ha proscrito. Las estrellitas de cinco y seis puntas, sacadas de plateadas chocolatinas redondas. Mercedes Neuschafer-Carlón en su encantadora, y ¡grande!, “La acera rota” ya novela una niña ovetense montando con trucos parecidos el Nacimiento en plena guerra.
Siempre repetíamos rito, incluido pánico abisal a que no se terminase para Nochebuena con angustia a generar tristezas en la piadosa abuela, impedida, anhelante de lejos.
Al abrir paquetes encontrábamos algún dromedario descabezado o perniquebrado. Recurríamos entonces a la acupuntura, pegamento Imedio por medio, pues la tía había sido enfermera en lejana guerra.
En una de esas navidades de ensueño, faltaron elementos del puente para encimar el trozo de espejo, sucedáneo fluvial, cuya lámina era por definición cristalina. El destrozo del viaducto carecía de remedio. Entonces, Lelé nos contó, neutralizando decepciones, que había puentes eternizados en mitad. Así el de Avignon sobre el Ródano que ya cantábamos en lengua gabacha. Las señoritas de Picasso, en su iniciático cubismo, ¡no eran de Aviñón sino de una calleja de Barcelona!. Mejor calaban las leyendas de Laura, amada de Petrarca, resucitada por Paco Rico y Vitín Botas, y la de un pastorcillo divino como el Jacinto de Fátima que habría construido un puente que pecados humanos rompieron.
Avignon,,, terruño de Tartarin, que, en su ficción aventurera de leones cinegéticos, también se valía de camellos…
Pasando los años, me correspondió abrir una empresa española en la legendaria ciudad francesa de los Papas, obsesionándome con el puente que nunca terminamos chez los abuelos. Otra connotación del viaje mental de Avignon al Nacimiento//Belén de la celdilla del recuerdo me lo proporcionó descubrir el tránsito entre dependencias del Palacio de los Pontífices que no podíamos atravesar sin agacharnos mi hijo Marco y yo: Luna y otros Papas exilados y/o cismáticos parece claro que no tenían nuestra estatura.
Hay, en cualquier caso, obras que no se terminan jamás. En Política, mi vocación desde niño, especialmente; lo supe siempre.




viernes, 14 de diciembre de 2018

ALBANIA


ALBANIA
La obsesión por la unanimidad en las decisiones políticas, la tendencia a la satanización del conflicto y la diferencia, la inclinación a identificar gobierno y nación, la hipertrofia del poder ejecutivo frente a otros poderes estatales, el gusto por el liderazgo carismático personalista, la mirada complaciente hacia la corrupción y la venalidad...". Moradiellos, E., ”Anatomía de un dictador”.

                                                                                                             

 

En la fabulosa temporada operística ovetense estuve casualmente al lado de una filóloga de Soto de Agues, María Roces, especialista en la recóndita lengua albanesa, que ha heredado de su marido, Ramón Sánchez Lizarralde, las versiones españolas de Ismaíl Kadaré, premio príncipe de Asturias y permanente merecedor del Nobel de Literatura. Ramón era Nacional de Traducción/1993; ahora de María la versión de “Las mañanas del Café Rostand”. Del concejo de Sobrescobio también otro Roces, Wenceslao, introductor/traductor de clásicos marxistas, al que tuve el honor de visitar en el exilio y luego en su domicilio entonces del Hotel Principado.

En mi todavía memoria de elefante, o semejante festiva suposición metafórica, recuerdo las provocaciones de Javier Neira en este periódico sosteniendo una abracadabrante equivalencia de nuestra querida Asturias con Albania.
Años luego de aquellas desaforadas digresiones de la irrealidad, asturiano en Brubru, hube de representar al Parlamento de la Unión Europea en Tirana, cuyos dirigentes siguen queriendo entrar en la U.E. a pesar de evidentes obstáculos políticos, económicos, urbanísticos, consuetudinarios, incluida la Kanum (eximente para matar niños de familias con agravio asesino en generaciones anteriores)… Mis tres días allí, la visita que devolvió el actual presidente albanés, entonces alcalde tiranés, y el seguimiento al gran pétit Kadaré, me valieron para comprender un pueblo misérrimo que salía de dictadura, comparable, además de la represión, a lo vivido en el tardofranquismo y no tanto a la posterior transición, democrática y progresista. Ahora, en esta España que ha superado el franquismo, pero se metió en la pocilga corrupta de tantos dirigentes mediocres y amorales, damos tumbos con simplezas por doquier.

Sigo, en cualquier caso, convencido de la racionalidad dialogante, la cordura y la firmeza contra el fascismo emergente (*), la corrupción, los ataques a la división de poderes, la intolerancia, la depre anímica, la hambruna y la desnutrición nada lejanas y la desvergüenza académica.
Mi buen amigo Neira en su descarnada elipse, sin cercanía a la sensibilidad espiritual del Aula moscona de las Metáforas, jugaba otra liga no exenta de abrupta originalidad literaria; otra de honor los leales a feliz locura que desde los griegos se llama DEMOCRACIA, para los franceses, LIBERTAD, IGUALDAD Y FRATERNIDAD, en el XIX, INTERNACIONALISMO, con la mixtura entre Bienaventuranzas, de la colina galilea, y heroicas ONGs, SOLIDARIDAD, y, ha poco, cumbre parisina y utopía incluidas, MEDIOAMBIENTALISMO.
Pero… ¡por favor!, ¡nada de parecerse a la paupérrima Albania! ¡Éso ni de broma!
(*)Los impunes autores de la bomba que me pusieron el 21/9/78, fecha aparentemente lejana, saben que les conozco y que no tienen mi perdón. Tampoco el incendiario de la Casa del Pueblo 4/8/2000 siendo yo Secretario General de la AMSO-PSOE.

jueves, 13 de diciembre de 2018

ESTRASBURGO/JONAS FERNANDEZ

Con Estrasburgo

La necesidad de una política europea de seguridad interior que garantice un entorno estable

13.12.2018 | 01:19
Con Estrasburgo
Hace algo más de dos años y medio, el terrorismo golpeaba en Bruselas, la capital administrativa de la Unión. El pasado martes, lo hacía en Estrasburgo, el corazón de Europa. Entre tanto, hemos sufrido ataques en Berlín, Londres y Barcelona, con el tremendo golpe en Madrid en 2004 en nuestra memoria. Desconocemos, por otra parte, los intentos fallidos, las operaciones policiales exitosas y el trabajo de los servicios de inteligencia para desmontar estas redes terroristas y la persecución de esos "lobos solitarios" susceptibles de radicalización. En todo caso, nada es suficiente y es más necesaria que nunca una política europea de seguridad interior que, de la mano de la expansión de una estrategia de defensa, garantice el desarrollo de nuestras vidas en un entorno estable.
El Parlamento Europeo tiene su sede en Estrasburgo, una pequeña ciudad del noroeste francés a escasa distancia de la frontera alemana. Aunque la mayor parte de nuestro trabajo en las instituciones se desarrolla en Bruselas, cada mes el Parlamento se desplaza a Estrasburgo para celebrar las semanas de pleno. Un trajín de trenes, aviones y coches que no tiene mucho sentido desde los ojos utilitaristas que hoy guían casi todo en nuestras vidas, pero que esconde un simbolismo al que no deberíamos renunciar.
Estrasburgo, actual capital de la región de Alsacia, ejemplifica la historia de Europa que la Unión ha venido a revertir. Esta región siempre estuvo en disputa entre Francia y los principados germánicos, con la presión del Imperio Austro-húngaro, y ciertos episodios de independencia. Saltando por los conflictos permanentes durante la Edad Moderna y previamente, ya en los albores de la Edad Contemporánea, Alsacia- Lorena pasó al control del Imperio alemán en 1871, siendo Estrasburgo su capital. Tras el fin de la I Guerra Mundial en noviembre de 1918, la región de Alsacia-Lorena volvió a Francia y de nuevo fue ocupada por el Tercer Reich alemán en 1939 para retornar a la soberanía francesa en 1944. Una generación de ciudadanos de Estrasburgo tuvo, por este orden, nacionalidad francesa, alemana, francesa, alemana y francesa nuevamente en un periodo de setenta y cinco años. Merece la pena detenerse unos minutos y pensar sobre la vida de una persona, como usted o como yo, marcada durante toda su existencia por tal realidad. Piénselo. Y ahora celebren el hito histórico de esta Unión Europea, tensionada desde fuera y desde dentro, con atentados episódicos de terrorismo que debemos combatir unidos.
La noche del martes nos ha vuelto a recordar la debilidad de la vida y de cualquier proyecto humano. Y ello nos compromete aún más con las instituciones democráticas y el proyecto europeísta, que no es otra cosa que el marco en el que desarrollar nuestros planes vitales, a veces en situaciones difíciles, pero en un entorno de paz, libertad y fraternidad. ¡Adelante!

viernes, 7 de diciembre de 2018

ALFREDO PRIETO Y LAS DOCE REFLEXIONES DE UN POLÍTICO CIRCUNSTANCIAL


Sería 1971 cuando en la parada de metro de la madrileña Glorieta de Quevedo, que era punto de llegada diario a mi pasantía en el despacho de J. Jiménez de Parga, me abordó un caballero diminuto con boina y bastón:”Mire soy ese de la foto de la primera de “YA” que lleva usted en la mano”. En efecto, allí estaba aquel hombrecillo, junto a un nieto, plantando un árbol. El texto se refería a que apreciando el pronto fin del paso por la vida había encontrado en el cimentado Madrid un lugar para plantar su árbol. El aforismo popular dejaba coja, no obstante, la autoría de un libro. No es el caso de Alfredo Prieto Valiente que ha tiempo, teniendo varios hijos y plantones propios en Benia y Teberga, me anunció su libro.
Así ha sido ahora. “DOCE EXPERIENCIAS DE UN POLÍTICO CIRCUNSTANCIAL” me llega extraordinariamente impreso por GOFER. Es magnífico texto de un diputado constituyente en el preciso momento del cuarenta aniversario de la Constitución de 1978. El libro, sin embargo, no solo colma aspiraciones del autor, y, de paso, obligado testimonio histórico, sino que es aportación dignísima para la transición española desde la perspectiva astur democristiana. En uno de sus capítulos me dedica palabras cariñosas que coincidirían con las que, con el afecto que le profeso, podría a mi vez emitir, completando las anécdotas que menciona de nuestra excelente relación. Y es que en su etapa de diputado le pedí dos favores, otorgados con ejemplar falta de sectarismo. Fue con ocasión del debate del Convenio de Pesca del Magreb que razonablemente preocupaba a mis amigos saharauis. Alfredo me consiguió lugar de privilegio en la tribuna del Congreso junto a los embajadores de Francia, Marruecos y Mauritania, muy sorprendidos de mi invitación por la mayoría gubernamental; la otra con la llegada a la Estación del Norte de José Maldonado, antiguo Presidente de la República, del que yo era abogado, y para cuyo recibimiento se preveía exhibición de enseñas tricolores. Le pedí a Alfredo que estuviera saludando a quien había abandonado Asturias en 1937 como diputado centrista que él se proclamaba, aunque fuera de distinto radicalismo laicista. En efecto, lo hizo con su abierto corazón, junto a su correligionario Emilio García Pumarino, lo que satisfizo a don José y a doña Rosalía, su esposa, en medio de intensas emociones.
El libro está escrito con la calidad que siempre cuidaba Alfredo sus textos profesionales, en los que tanto me enseñó en materias de rigor, bonhomía, derecho de sucesiones, bastanteos y contratos bancarios. Tampoco puedo olvidar que, años luego, me introdujo en el asesoramiento internacional de una entrañable empresa mediterránea.
Alfredo marca camino a seguirse pues apenas hay relatos autobiográficos de ese periodo regional. Ya resalté las aportaciones incidentales del tándem Benjamín Rivaya/Elías Diaz.
Han fallecido sin dar a la estampa sus recuerdos Juan Luis de la Vallina, Luis Vega, Honorio Diaz, Rafael Fernández, importante libro de De Lillo aparte, López Muñiz, Herrero Merediz, García Rúa, Puri Tomás… con mucho que evocar y de la misma me atrevo a pedir, desde aquí, que lo hagan personalidades que siguen muy lúcidos como Noel Zapico, Juan Luis Rodríguez Vigil, Álvaro Cuesta, Pablo García Fernández, Rañada, Pedro Silva, José Uría, Prendes Quirós, Severino Arias, Isidro Rozada, Díaz Merchán... En esa línea, la aportación de Prieto Valiente merecería un sello editorial al público para que el testimonio fuera más accesible y determinante. A todos les presumo partidarios del árbol y, salvo al querido arzobispo emérito, de la filiación.

miércoles, 5 de diciembre de 2018

BREXIT,MENOS BREXIT POR FAVOR

VER PARA CREER:

RESULTA QUE TRAS LOS DIEZ AÑOS DE COÑAZO QUE FARAGE NOS DIO EN EL PARLAMENTO EUROPEO EN TODAS LAS SESIONES DE ESTRASBURGO HASTA CONSEGUIR SU BREXIT AHORA ÉL MISMO ESTÁ EN CONTRA.

 DEMASIADO PARA MI NOVATA INGENUIDAD POLITICA!

martes, 4 de diciembre de 2018

ESTUVE EN EL ANTIGUO JOVELLANOS DE GIJON EN LA EXPO DE SANTIAGO GARCIA

Despiertos. Asturias en torno a la Constitución de 1978. Fotografías de Santiago García

Votos

(Total de votos recibidos 5)
(Puntuación 3,00)
Sala2ConstitucionExpo
Centro de Cultura Antiguo Instituto. Sala 2 | Exposición
Del 4 de diciembre de 2018 al 27 de enero de2019
Inauguración:Martes 4 de diciembre a las 19.00 h
En ningún medio como en el periodístico se vivió la intensidad conceptual y creativa que experimentó la sociedad asturiana a partir de 1975,como reflejo de una transformación histórica que arrastró a España a un tiempo inédito y esperanzado. La culminación primera de esa época será la Constituciónde 1978, fruto de una fertilidad democrática que llega, tras cuarenta años de vigencia, hasta nosotros, irradiando sus valores. Esta exposición se suma a la celebración de esa efeméride, desde una selección de fotografías que retratan toda una época con sus protagonistas y los hechos que la definieron.
En Asturias, los órganos de información realizaron una labor esencial en ese desarrollo democrático, y fueron los reporteros gráficos los que documentaron día a día la realidad de un tiempo de cambio y ebullición através de unas fotografías que mantienen su vigencia original, reflejando hoy como ayer los hechos que definen ese tiempo. Su valor es actualmente inestimable como bien se puede comprobar en la obra de Santiago García, uno de los fotógrafos que supieron entender su papel social, y el compromiso con la verdadera y original función que tuvo y tiene su profesión. 
Comisario: Francisco Crabriffosse. 
Foto: Cola de votantes para las elecciones generales enel patio de la Universidad. Oviedo, 1977

domingo, 2 de diciembre de 2018

ZP EN LA NUEVA ESPAÑA

Zapatero: "La reforma de la Constitución no está cerca y tampoco será fácil"

"La auténtica crisis territorial vivida en Cataluña no se soluciona tocando unos artículos; es cuestión de compromiso político", dice el expresidente

02.12.2018 | 01:25
Zapatero: "La reforma de la Constitución no está cerca y tampoco será fácil"
El expresidente del Gobierno José Luis Rodríguez Zapatero puso ayer en cuarentena toda urgencia sobre la reforma de la Constitución de 1978. "Con toda seguridad, no se podrá abordar hasta después de las próximas elecciones generales", manifestó ayer en la clausura de unas jornadas organizadas por la fundación José Barreiro, que tuvieron como escenario el salón de actos de la biblioteca Ramón Pérez de Ayala, en Oviedo. La reforma de la Carta Magna conviene, subrayó Zapatero, para incorporar realidades que, en su opinión, no se daban hace 40 años.
"La reforma de la Constitución no está cerca ni es fácil, tampoco lo fue la de 1978", resaltó Rodríguez Zapatero, quien afirmó que el panorama político para poder sentarse a la mesa y tratar de alcanzar los grandes consensos y acuerdos que necesita una reforma de ese calado no quedará despejado "hasta las próximas elecciones generales". Y no quiso meterse en el jardín de cuál es la fecha idónea parta esa cita con las urnas porque "eso es algo que depende del Presidente del Gobierno".
Rodríguez Zapatero destacó la influencia que ha tenido la Carta Magna "en los cuarenta mejores años de la historia de España" y recalcó que "la mejor generación de la historia de España ha sido la de la Transición" porque "los ciudadanos interpretaron muy bien ese momento histórico" pese a que "no habían sido enseñados para ello". El expresidente hizo un rápido repaso al avance de España en las cuatro décadas transcurridas desde la aprobación de la Constitución: "En los últimos 50 años España es el segundo país de la OCDE que más ha aumentado su renta per cápita; el primero es Corea del Sur. El resto de los países europeos nos llevaban 30 años de ventaja, nos hemos acercado mucho pero todavía queda un tramo y en modelo de cohesión social hemos dado un acelerón. Si vemos la foto de hace treinta años y ahora, veremos que estamos muy cerca y en algún pilar del llamado Estado social nos hemos puesto a la cabeza", reflexionó Rodríguez Zapatero. El expresidente repasó las cuestiones que, a su juicio, deben protagonizar la reforma de la Constitución.
Igualdad de género. "En 1978 no existía pero la igualdad entre hombres y mujeres supone la mayor transformación del hecho político y social en España. En ese año no había mujeres en el Gobierno, ahora casi ya no hay hombres", dijo Zapatero no sin cierta ironía.
Regular la sociedad digital. "Es una realidad novedosa que afecta a la educación, al trabajo, a la intimidad, al desarrollo social y ciudadano (...) Ahora estamos en plena explosión digital, que tendrá un proceso de digestión y maduración. Es preciso normativizarlo en la Constitución".
Inmigración y Europa. "Son situaciones que no se daban en 1978. Me aterra cuando se habla de los inmigrantes como invasores a los que hay que temer. Cuando se aprobó la Constitución no estábamos en la Unión Europea ni pensábamos en la idea de un orden global. Se necesita de manera muy clara esa reflexión".
Los derechos sociales. "Necesitamos concreción, la extensión y la garantía jurídica de los llamados nuevos derechos sociales que están emergiendo y que, como todo proceso, como pasó con la sanidad y la educación públicas, tienden a consolidarse. Es la gran meta que los partidos de izquierda y el PSOE tienen por delante. Necesitan fortalecimiento constitucional".
Convivencia territorial. "Es el gran tema. La reflexión sobre la auténtica crisis política territorial en Cataluña en el último año debe ir más allá. No será cuestión, estrictamente, de artículos de la Constitución; será una cuestión de inequívoco compromiso político de futuro. Los independentistas que iniciaron un viaje a ninguna parte de manera colectiva deben abdicar de esa pretensión (...) Ningún país del mundo les ha reconocido. Ojalá este experiencia sirva para ese convencimiento. Y por supuesto, todos los partidos debemos hacer un esfuerzo de convocatoria a los catalanes, de acercamiento, de proximidad, de entendimiento de sus reivindicaciones, de su identidad, de sus pretensiones. Este es el método democrático. En Cataluña el derecho penal llegó demasiado pronto y la política demasiado tarde. Ahora tenemos que reequilibrar la situación".
La Corona, mejor no tocar. Antonio Masip planteó en esa conferencia sacar la Corona de la Constitución, un gesto con el sentir republicano, argumentó. Zapatero no se mostró partidario porque "no habría consenso y solo llevaría a debilitar la Jefatura del Estado; eso supondría debilitar al Estado y deblitaría a España", contestó el expresidente

EN LA CONFERENCIA DE ZP SOBRE LA CONSTITUCION

LA NUEVA ESPAÑA Y EL COMERCIO refieren mi intervención de ayer en la conferencia de la Biblioteca del Fontán sobre la posibilidad de debatir la posibilidad de sacar de la Constitución el título de la Corona. Aún valorando el excelente papel que hace Felipe VI, ejercitado muy bien, y que su padre y la Constitución han prestado gran servicio a la democracia, a las libertades y a la convivencia, un nada próximo consenso, en la línea de reformas apuntadas por Zapatero, pudiera ser conveniente que ese título fuera sustituido por una Ley Órgánica, apoyada por la unanimidad de partidos, acentuando la accidentalidad de las formas de Estado. En esa línea no hemos de olvidar nuestro fuego republicano original y que, por dos veces tuvimos en Asturias de cabeza electoral a Luis Gómez Llorente que bien recordó nuestra ideología histórica en su voto particular a la ponencia constitucional