EL COMTE DE RIBEDIEUX
EN SU ANLEO
Hace unos meses me cupo el honor de pronunciar la laudatio
en el homenaje al empresario Francisco Rodríguez como OVETENSE DEL AÑO. Para mi
auxilio, en aquella velada, recurrí a otro admirado amigo, Emilio Alarcos, sabio
donde los haya, que bromeaba enfatizando pronunciación gabacha para llamar a
Paco, Monsieur Rení Picót d´Anleoo.
Ignoraba de mi parte, el magnífico pergamino que la láctea
naviega acaba de colocar a la entrada de su emblemático Castillo, con tanto mimo,
reconstruido. Y es que, según parece y leo, la primitiva torre del siglo XIV se
debió al ¡Comte de Ribedieux!, cuyo solar le correspondió en privilegio de
Enrique II, Trastamara, por su colaboración
decisiva en la campiña de Montiel contra su medio hermano Pedro I.
Como quiera que me coloco varias semanas por año frente a
ese Ribadeo, RIBEDIEUX, debo saludar que esa subida a los deificados cielos de
la villa lucense venga a coadyuvar a una vieja polémica que mantuve en vida con
Leopoldo Calvo Sotelo porque la Casa Real le otorgase marquesado con
improcedente denominación, Ría de Ribadeo.
No hay más que Ría del Eo, nada de absurda e imposible RÍA DE RIBADEO. Así lo
escribí en LA NUEVA ESPAÑA, en mi libro DESDE OVIEDO A SALINAS POR EL EO y aún
en el homenaje del Ayuntamiento ribadense al bueno de Leopoldo, su ilustre hijo.
En el Palacio de Anleo queda, pues, bien documentado, que el subfijo, coronado
por ennoblecido, no corresponde ni a ría ni a río sino a invocación divina.
Menos pagano, en cualquier caso, DEO que DIEUX.
De acuerdo en que Calvo Sotelo esté MÁS ALLÁ de los cielos,
tal escribí, pero la Ría, al menos la mitad física es asturiana sino la totalidad
como era hasta mediado el siglo XX y recordó Pérez de Castro hasta que mayúscula
cacicada y salomónico deslinde imaginario pasó a jurisdicción compartida entre
Castropol y Ribadeo.
Desde el XIV de Anleo han corrido casi siete siglos, Ribadeo
fue RIBEDIEUX en aquellos entonces pero ahora, por favor, la RÍA… ¡DEL EO!…
Anleo, unidas históricamente las rías del Navia y del Eo en
ENTRAMBASAGUAS, termina en eo y en
catalán amb, fonética anl, es
preposición castellana “con”, por tanto ¡con el EO!
¡Pardiez!, ¡parbleu!,
¡pardix! o ¡pardieux!, habrá zanjado en la leyenda Bertrand Duguesclin a su señor, Monsieur, Trastamara.
De Trastamara/Ribedieux a Monsieur
Reny Picot.
2 comentarios:
Con el permiso de los naturales de Vega de Ribedieux. Aa
La evolución de las etimologías es la Historia misma, con mayúscula. D
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