“(…) la rana optimista
decidió luchar por su vida mientras le quedara aliento (…)” Churchill, W.S. Fábula a la manera de
Esopo
Estaba Avelino Martínez en funciones de Alcalde cuando
recibió al ministro ruso de carbón. Se llamaba Mijail Schadov y era la primera
autoridad, todavía soviética, que se presentó en Chernobil tras el mayor
accidente nuclear jamás sucedido. Ahora dos investigadores de la Universidad,
Germán Orizaola y Pablo Burracu, según
leo en estas páginas, han recorrido la desmantelada central ucraniana en busca de vida. ¡Y la mayor
densidad de anfibios, en los que están especializados, la encontraron
paradójicamente en la radiactividad!: “Las ranas en áreas contaminadas son más oscuras, grises y hasta
negras…”.
Desde luego no servirían para los restaurantes
“LA RANA VERDE”.
¡Ranas!, ¡ranitas!, estudiadas in situ en coloración
diversa.
En Asturias
esos animalitos tienen credenciales en la ficción literaria: El beso
del sapo de LA REGENTA; en BELARMINO Y APOLONIO sapo es sabio, “desnuda el tetraedro”; y el
apelativo de Lena, RANITA, en “Nosotros los Rivero”. Ángeles
Caso/La Letra Azul ha rescatado el manuscrito de la censura donde Lena es Marta, pero siempre invariable Ranita. Los batracios dan mucho
juego al gran humorista Jerónimo Granda que también, ¡y tan bien!, musicó el
poema al sapo de nuestro Casona.
No extrañaría que los biólogos
ovetenses obsequiaran a la ciudad con ranas de la experimentación. Por
nombradía tienen la Fuente de las Ranas del Bombé, cuya inspiración ornamental era
Versalles con la historia de Leto, madre de Apolo:”figuras humanas que se van
convirtiendo en batracios”. El Museo de Bellas Artes de Asturias exhibe estos
días el regreso de un lienzo barroco de G. Simonelli(LATONA Y LAS RANAS) cedido
a un fugaz museo de Puebla/México de esa Leto, Latona en la mitología romana, filo batracia. Julián Besteiro, filósofo y socialista legendario,
se hizo fotografiar en los veinte del veinte con ese fondo mitológico
francisco, tal publiqué en el BOLETÍN DE LA FUNDACIÓN EMILIO BARBÓN.
A Schadov, preocupado por
despreocupar a Avelino Martínez, no se le ocurrió que las predecesoras ranitas de
Orizaola/Burracu hubieran bastado quizá más que su heroísmo perestroiko.
3 comentarios:
Gran pieza, Antonio. Enhorabuena.J
ME ALEGRO QUE CITES A AVELINO,TU MÁS ÍNTIMO COLABORADOR.Ja
"sapo rana" dice de sí mismo DIEGO RIVERA
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