viernes, 6 de diciembre de 2019

¿OVIEDO, SIN AVE?


¿AVE SIN OVIEDO?

“Cuando ustedes lean esto (si es que alguien, etcétera) ya habrá pasado todo, y todo habrá empezado de nuevo” Rodríguez Rivero, M.

Con motivo de despedir a la querida tía Mabel, pariente a su vez por afinidad de la excelente novelista María Luisa Navia-Osorio, me topé, en San Lázaro, con un letrero de OVIEDO que tenía embadurnado, debajo, una probable traducción a falso asturiano. El betún del bretón al revés. Enseguida, el periodista Orlando Sanz, que puso en evidencia las fechorías betuneras de aquel norteño viajero francés, bablista enragé, se apresuró a asegurarme su no autoría de la tachadura compensatoria y, a la vez, advierto a mis violentos detractores que callen improperios ¡pues yo tampoco!

De mayor enjundia, la unión ferroviaria con la meseta, con el abracadabrante cambio de sentido de León, con la vía veloz de Valladolid y con Madrid, galdosianamente desdoblado en terminología de los EPISODIOS de don Benito, Chamartín de Napoleón y virginal Atocha. Cobra actualidad lo que honorable técnico me advirtió ha mucho y previne a Hugo Morán, entonces Alcalde de Lena, con cuyo predecesor republicano, Cienfuegos, mantuve gratísima relación a su regreso del exilio: “el AVE llegará a Lena sin dificultad y trenes lanzadera comunicarán Oviedo, Gijón, Mieres, incluso puede que Langreo…”. Demasiados retrasos en cansina polémica. Recién escucho divertido, o doloroso, argumentario sobre la imposibilidad de que un tren fórmula AVE frene y recupere velocidad de crucero en la leve distancia Gijón/Oviedo y aún en tramo LENA pegado al Nalón. Bien recuerdo al bueno de Paco Carantoña cuando defendía la autovía cantábrica borrando el Oviedo de Alfonso II, y al no menos bueno Padre Tucci S.J., luego Cardenal, empeñado en que Juan Pablo II oficiase en Llanera ni la Catedral.

¡Oh, Fernando Lastra, hoy senador, sobre la imprescindible Metrópolis! Y es que el sarcasmo astur ha concebido, en la regentiana LA COSTA, fantasmal convoy que pase sin detenerse por la ovetense ESTACIÓN del Norte. Clarín, que se imaginó a Álvaro Mesía subiéndose al compartimento de la Señora Ministra de Gracia y Salero, puso desde la ficción acento anacrónico en una Estación que consiguió la mayor transformación urbana de Oviedo, lo que los discípulos del fallecido sabio Francisco Quirós, llamaron BARRIO DE URÍA, el arboricidio de EL CARBAYÓN, la sustitución comercial del OVIEDO REDONDO por el eje Fruela-Uría…Si ahora la Estación quedase con andén AVE para calendas grecas, el dinamismo muscular de esta ciudad, ¡cruce de caminos sin río urbanita!, resentiría cierta inanición, aunque siempre quedaría renacer tomando el expreso mesetario en Lena, con perdón de los que me denostaron por sostener ese histórico nombre cuando fugazmente presidí la COMISIÓN ASTURIANA DE TOPONIMIA. Oviedo, capital eclesiástica y administrativa, gracias a la Estación lo fue comercial, malherida luego por el abusón exceso de grandes superficies y ese sin vivir, digo sin Ave, planificado por el Ministro Blanco para TODAS las capitales provinciales.

¡Ojo, no obstante, al dilema de Tomás de Iriarte de si galgos o podencos!

 A no olvidar tampoco la playa de vías de Lugo de Llanera, diseñada por el ingeniero y novelista Juan Benet, que mientras proyectaba se decidió a vivir, escribir y leer a sus íntimos, incluido al colega en letras, detenciones, contubernio muniqués y FLP, Martín Santos, junto a la llamada para madrileños “Estación del Norte”. Por cierto, un siglo después de Clarín, el cineasta Méndez Leite omitió la Estación haciendo llegar a la salerosa ministra en coche de punto a la Plaza de la Catedral, recuperada sin la ENCIMADA ni el FONTÁN en el bullicioso mercado que soñó el arquitecto/urbanista Francisco Pol.

En fin, en tiempos clarinianos y/o benetianos no hubo AVE; ahora, tampoco.


3 comentarios:

Anónimo dijo...

Muy bueno
Antonio
Mañana lo vuelvo a leer en papel N

Anónimo dijo...

¡ Qué lástima que seamos tan mayores, tu y yo! Digo mayores, no viejos. P

Anónimo dijo...

Antonio, un poco barroco ( quizás estilo Umbral?), pero magnífico.
Un abrazo sincero.F