BANCO ANTONIO MACHADO
Díaz Feixat, que me rememora a Marcelino Arbesú, pues mi compañero almario le tenía afecto
grande por objeción armamentista, infrecuente en ese entonces, conserva el
banco en que había dormido Machado la última noche española.
Tomo en Gracia Noriega el letrerito que en habitación de
huéspedes habría puesto Juan Benito Argüelles, “Aquí durmió Ángel González”, lo
que es leyenda improbable, o simple cabeceo,
pues el poeta, amistad íntima en el ajedrez, antes que en la literatura y el
republicanismo, tenía piso cerca. Sí recogió Juan, tras trasnochar la PLAZA DEL
PARAGUAS, a Ian Gibson, Gil de Biedma, ¡de su noche ovetense los últimos versos!,
Julio Ramón Ribeyro...
En banco unicolor a
diferencia de los arco iris de la Escandalera, dejó olvidada la merienda Marcel,
muchacho atraído enseguida por madalena en té, sin duda militante anti
homofobia de llegar al XXI, que, inmediatamente antes, en la ficción de Fernando
Quiñones, otro invitado de Juan Benito, visitó a Clarín en el tiempo recobrado
de la verdad literaria. La merienda era contrapartida de Onofre y Leopoldo Alas
para gastar liquidaciones de derechos de autor. Ni meriendas ni genuinas autorías
de este dos veces veinte, en el que pervive malamente la antigualla búsqueda del tiempo perdido o desmedida
afición a libros envejecidos y librerías.
De chez Díaz
Feixat, Machado alcanzó Collioure, donde renacería muy luego la creación
intelectual española. Allí le despidió póstumamente Luis Álvarez Santullano, ovetense,
azañista, del que María Ablanedo, concejala PP, logró nominar calle. Es gesto
que emociona tal Señoría Coto,
CIUDADANOS, ante mixtura presupuestos/palabra dada/ciencia
hipocrática/semiótica de compraventa semoviente. En España, de denigrar a los
partidos, salvo FET y de las JONS, se
pasa a interpretación entre rígida y agobiada del art.6 de la CONSTITUCIÓN. Aunque
suelten denuestos, hay deudos sin leer, diestra o siniestra, del “¿Qué hacer?” de Lenin.
El último escrito de Antonio Machado fue a su amigo ovetense.
Precioso si la rúa Álvarez
Santullano se inaugura por Ablanedo
subida al banco de Díaz Feixat. No es
probable, sin embargo, cumplir acuerdo municipal anterior, azañista y/o
machadiano, con imaginación y tolerancia en la carrera con la Presidenta de Madrid
por la tontuna.
2 comentarios:
Tengo muy buenos recuerdos de Marcelino sobre todo de su bondad y buen humor. Un abrazo M
Gustóme mucho!!👁🤗🤗🤗🤗P
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