viernes, 7 de febrero de 2020

VISITA A LA ANTIGUA BIBLIOTECA NACIONAL DE FRANCIA


Juan Pablo Fusi, director de la Biblioteca Nacional, del tiempo en que investigaba Céline y Asturias, me hizo carta para Le Roy, su homólogo francés. No era todavía la Mitterrand. Mi visita fue a la antigua calle Richelieu, libros por pasillos, peor que en mi casa, por más que controlasen temperaturas, tal el comandante Nemo en el Nautilus o la doméstica Céleste cerrando luces para Marcel PROUST. El Cementerio de Libros Olvidados de LA SOMBRA DEL VIENTO de Carlos Ruiz Zafón…


Un ujier me introdujo en el despacho del Director que no estaba, aunque a su mesa estatua de Louis Aragon, hierática, incómoda postura, leve melena al viento que me recordó la Lloca del Rinconín del playón sanlorentino. La situación habría entusiasmado a Borges por estanterías bifurcadas infinitas y ceguera de quien dirigía, sacado de sí mismo o de EL NOMBRE DE LA ROSA de Umberto Eco. Aragon se tuvo por soñador sin retener sueños, que el escultor pretendía quizá conservase, hirsuto, en la impostada cabellera.


En otro relato julioverniano los bibliotecarios temen dormirse sin lectores; yo corrí, en el mismo lugar, riesgo inverso, somnolencia por falta de libreroTras un rato de hieratismo, también de mi parte, pregunté pero Aragon, de los primeros en aplaudir a Céline, al que pronto detestaría, imposible escuchara en mármol. Monsieur Le Directeur nunca llegó y otro funcionario confirmaría la carencia del manuscrito de VOYAGE AU BOUT DE LA NUIT aunque un avisado aseguraba existía. La Nouvelle Vague filmó allí (“Toute la memoire du monde”) en que identifiqué mis frustraciones del edificio de “toda la memoria del mundo” en travelling cinéfilo.

 

Pasaron décadas cuando mi hijo me regala en facsímil el deseado manuscrito en que el grandísimo escritor puso CORRIERE DE LA SERA donde luego modificaría a BOLETIN DE ASTURIAS. La Nacional francesa lo adquirió en subasta record. La referencia asturiana de nuevo en LA PLEIADE, de Henri Godard, máximo especialista celiniano, con perdón de la sabia Dalia Álvarez Molina. Completo en el BOLETÍN 10 de LA FUNDACIÓN EMILIO BARBÓN, recién salido, a cargo de Francisco Trinidad, mi ponencia del II Congreso de Bibliografía Asturiana.

Al ver LAS ESTATUAS TAMBIÉN MUEREN, de Alain Resnais, quise dar gracias por visita y plática al Aragon esculpido, pero Fusi ya no estaba en la Madre de todas las Bibliotecas, siendo directora Rosa REGÁS, a la que procede reconocer haberse manifestado en Suárez de la Riva/Rosal, junto a Ángel González, Sara Suárez Solís y Fernando Beltrán, contra la voladura de El FONTÁN.

Del barrio ayalino, frentero a “RAMÓN PÉREZ DE AYALA”, fabulosa biblioteca regional lograda por Ignacio Quintana sobre los añejos muros de la Casa de Comedias, quedan “CASA RAMÓN”, esquina rehabilitada por Guillermo Zarracina, Las Tiendas del Aire y los aledaños Duque del Parque y El Cañu rescatado por Avelino Martínez y Floro Muñiz Uribe.

Céline, Aragon, Borges, Resnais, Eco, Verne, Pérez de Ayala, Ángel, Dalia…han superado el tiempo vital, también el marmóreo y los anaqueles de la antigua Biblioteca de Francia.


5 comentarios:

Anónimo dijo...

LA BIBLIOTECA MITTERAND HAY UNA BIBLIOTECARIA DE OVIEDO.Mj

Anónimo dijo...

Oído, cocina.JB

Anónimo dijo...

TODO LO DE CELINE ME INTERESA.M

antonio dijo...

y bueno y apelmazada erudición. Tienes material para un libro.F

antonio dijo...

LE MOT N´A PAS FRANCHI MES LÈVRES

Es verso de Aragon