“Hubo un tiempo en que/aquel hombre
antiguo/-grecolatino hijastro de la Cultura-/fui yo languideciendo/por las
estrechas y solitarias/callejuelas de Espera” FONSECA, Fernando, Años de vida
“Poco a poco las cabezas que piensan (deben
ganar) a las que embisten”.
Lázaro,J, Más allá de Galdós
Leonardo Borque ha publicado, en IMPRONTA, biografía
entrañable sobre pedagogo que fue institución, don Pablo Miaja. Su nombre, tras
azarosa reposición, pervive en el Grupo Escolar de General Elorza y, aún, soy deudo,
a través de mi padre, por las horas felices que, otoñales, proporcionan la
cultura y la moral ancestral y cartesianamente adquirida.
En Miaja,
librepensador, mi abuelo Rogelio, director del Instituto, fundador del Partido
Social Cristiano, anfitrión de las Misiones Pedagógicas de García Lorca en el
Naranco y El Fontán, confió la primera enseñanza de sus hijos, como recordé en sede
del RIDEA. Muy doloroso para ese querido antepasado debió ser, como leo en
Borque, presidir la comisión depuradora a don Pablo, lo mismo que la de Maruja,
hermana de Ángel González, que, aunque el poeta evitó contármelo, aparece en MAÑANA NO SERÁ LO QUE DIOS QUIERA, de
Luis García Montero, otro magnífico libro de la trayectoria de maestros
asturianos.
Cernuda
escribe, en OCNOS, una generalidad para los maestros:”había de morir, tras no vérsele en parte alguna, con muerte definitiva;
él, que como en una vida provisional, estaba aguardando mejores tiempos”. Borque
rememora la asistencia de mi padre, Alcalde en el franquismo, al entierro de su
maestro, tiempo en que sobrevivía su colonia escolar en Salinas, cerca de nuestro
asiento playero. Los niños de la COLONIA llegaban a playa y mar, por un puente
que enterneció al poeta Víctor Botas, conjurando la resaca con la supervisión
de Miaja y una maroma que ya en Setiembre servía a los del sábanu, así llamados, en sus metódicos baños higiénicos. Solemos
llamar Cantábrico a nuestro litoral Atlántico, para Cunqueiro, siguiendo cierta
tradición, TENEBROSO. En la despedida
definitiva también estuvo Luis Canteli, teniente alcalde, en contraposición municipal
CANTELI EL BUENO.
Otra cosa, aprecio
por primera vez en letra impresa que yo sabía por Antón Martínez, progenitor de mis amigos Alfredo y Jaime: Ramón
Cajal fue veraneante en esa Salinas que fundaron los krausistas. Aún no he localizado una foto del nóbel-1906 al sablón salinero, omitida en las exposiciones del
Legado Cajal pero que Melquiades Cabal y Antón
daban por digna de búsqueda.
BORQUE/IMPRONTA
estampan obra necesaria.
2 comentarios:
No coincide con texto en lne
MI IDEA ES QUE DURANTE MI MANDATO MUNICIPAL ME CARTEÉ CON UNA SOBRINA CON LA QUE HABÍA CONVIVIDO EN LOS CUARENTA Y A RESULTAS DE ESE CONTACTO Y DE SENDAS INICIATIVAS DE MANOLO LOMBARDERO Y CÁNDIDO RIESGO,CONCEJAL DE EDUCACIÓN, REPUSIMOS EL NOMBRE DE PABLO MIAJA PERO BORQUE ME DICE QUE NO FUE EXACTAMENTE ASÍ
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