viernes, 20 de marzo de 2020

PABLO MIAJA/LEONARDO BORQUE/IMPRONTA



“Hubo un tiempo en que/aquel hombre antiguo/-grecolatino hijastro de la Cultura-/fui yo languideciendo/por las estrechas y solitarias/callejuelas de Espera” FONSECA, Fernando, Años de vida
Poco a poco las cabezas que piensan (deben ganar)  a las que embisten”. Lázaro,J, Más allá de Galdós

 Leonardo Borque ha publicado, en IMPRONTA, biografía entrañable sobre pedagogo que fue institución, don Pablo Miaja. Su nombre, tras azarosa reposición, pervive en el Grupo Escolar de General Elorza y, aún, soy deudo, a través de mi padre, por las horas felices que, otoñales, proporcionan la cultura y la moral ancestral y cartesianamente adquirida.
En Miaja, librepensador, mi abuelo Rogelio, director del Instituto, fundador del Partido Social Cristiano, anfitrión de las Misiones Pedagógicas de García Lorca en el Naranco y El Fontán, confió la primera enseñanza de sus hijos, como recordé en sede del RIDEA. Muy doloroso para ese querido antepasado debió ser, como leo en Borque, presidir la comisión depuradora a don Pablo, lo mismo que la de Maruja, hermana de Ángel González, que, aunque el poeta evitó contármelo, aparece en MAÑANA NO SERÁ LO QUE DIOS QUIERA, de Luis García Montero, otro magnífico libro de la trayectoria de maestros asturianos.

Cernuda escribe, en OCNOS, una generalidad para los maestros:”había de morir, tras no vérsele en parte alguna, con muerte definitiva; él, que como en una vida provisional, estaba aguardando mejores tiempos”. Borque rememora la asistencia de mi padre, Alcalde en el franquismo, al entierro de su maestro, tiempo en que sobrevivía su colonia escolar en Salinas, cerca de nuestro asiento playero. Los niños de la COLONIA llegaban a playa y mar, por un puente que enterneció al poeta Víctor Botas, conjurando la resaca con la supervisión de Miaja y una maroma que ya en Setiembre servía a los del sábanu, así llamados, en sus metódicos baños higiénicos. Solemos llamar Cantábrico a nuestro litoral Atlántico, para Cunqueiro, siguiendo cierta tradición, TENEBROSO. En la despedida definitiva también estuvo Luis Canteli, teniente alcalde, en contraposición municipal CANTELI EL BUENO.

Otra cosa, aprecio por primera vez en letra impresa que yo sabía por Antón Martínez, progenitor de mis amigos Alfredo y Jaime: Ramón Cajal fue veraneante en esa Salinas que fundaron los krausistas. Aún no he localizado una foto del nóbel-1906 al sablón salinero, omitida en las exposiciones del Legado Cajal pero que Melquiades Cabal y Antón daban por digna de búsqueda.

BORQUE/IMPRONTA estampan obra necesaria.


2 comentarios:

antonio dijo...

No coincide con texto en lne

antonio dijo...

MI IDEA ES QUE DURANTE MI MANDATO MUNICIPAL ME CARTEÉ CON UNA SOBRINA CON LA QUE HABÍA CONVIVIDO EN LOS CUARENTA Y A RESULTAS DE ESE CONTACTO Y DE SENDAS INICIATIVAS DE MANOLO LOMBARDERO Y CÁNDIDO RIESGO,CONCEJAL DE EDUCACIÓN, REPUSIMOS EL NOMBRE DE PABLO MIAJA PERO BORQUE ME DICE QUE NO FUE EXACTAMENTE ASÍ