Unió letras y compromiso político, escribió novelas y guiones de cine y sabía que el oficio es más esfuerzo que talento | Fue el primer caso en Asturias contagiado por coronavirus en Asturias y llevaba ingresado en el HUCA desde el 29 de febrero
INESPERADO LUIS SEPÚLVEDA No soy a creerme la desaparición de Lucho. Ha muy poco que, confundido por mi parte, les había felicitado a su mujer y a él creyendo que habían superado el criminal virus. Y en una próxima sabatina evoco su lucha contra enfermedad e incendios de la Amazonía. No era asturiano de nacimiento pero ejercía más que muchos, de suyo optó por nuestra tierra cuando el Chile que le había expulsado le reabrió su puerta. No sé si Juan Benito, Emilio Alarcos, Mediavilla, Guelbenzu, Caballero Bonald o Manolo Arce, que habían pertenecido al jurado del Premio Tigre Juan, me adelantó que acababan de descubrir a un grandísimo escritor que curiosamente se llamaba como un seudónimo de Martín Santos y que “Un viejo que leía novelas de amor” superaba el “Tiempo de Silencio” del gran escritor donostiarra. Luego Covadonga Bertrand me invitó a conocerle en el antiguo Palacete Miñor, hoy FUNDACIÓN GUSTAVO BUENO. Leí de corrido la novela que, prologada por Juan Benito, editó Silverio Cañada, antes de la exitosa distribución de Tusquets. Estuvimos luego, invitados por don Emilio Olávarri, en la inauguración del Museo catedralicio de la Iglesia y fui sorprendido encontrándome la edición francesa en una gran mesa central de la parisina librería Les Halles. Esa salida, fulgurante en Francia, y luego en Alemania, me dio pie para lamentar en El País, incluso advertir personalmente a Jesús de Polanco, que la crítica nacional todavía no se enteraba pero días después Vargas Llosa me dijo que sí valoraba muy alto a SEPÚLVEDA. Luis me emocionó, en lo personal, presentando mi CON VISTAS AL NARANCO a instancias de la editora Marta Magadán, cuando el primer encargado, el gran escritor vasco Iñaki Uriarte, también premio TIGRE JUAN, no llegó de su Bilbao. A cambio debía hacerlo con un libro suyo, junto a Pedro de Silva y, creo, su gran amigo Miguel Barrero, en el antiguo Jovellanos No solo Alarcos, Juan, Arce, Pedro, Media, Pepe Caballero, Munárriz, Barrero y Vargas Llosa hablaban maravillas de la obra de LUCHO sino que Ángel González, hoy sin voz para el pésame, estimaba toda la poesía contenida en esa prosa. Por cierto, una tarde madrileña de aguacero como pronosticaba César Vallejo, Luis cargó arrinquín con Ángel y su paraguas. Hoy el recuerdo, casi plástico, de aquel atribulado paseo madrileño finisecular me deja el alma dolorida, con el inesperado acceso de Lucho junto a Ángel, Alarcos, Juan, Arce, Olávarri…
He sentido mucho la muerte de Luis Sepúlveda, cuya novela “el viejo que leía novelas de amor” me impactó en su día. Sabía que vivía de manera permanente en Asturias pero desconocía que tú le conocías. Si puedes le trasmites mi pesar a su familia. Un fuerte abrazo L
Qué bien haces evocándolo junto a esas otras grandes personas que has merecido tener como amigos . Hoy en la RAI y en Il Corriere lo han dado como noticia de cabecera. Un abrazo M
7 comentarios:
mañana en lne
INESPERADO LUIS SEPÚLVEDA
No soy a creerme la desaparición de Lucho. Ha muy poco que, confundido por mi parte, les había felicitado a su mujer y a él creyendo que habían superado el criminal virus. Y en una próxima sabatina evoco su lucha contra enfermedad e incendios de la Amazonía.
No era asturiano de nacimiento pero ejercía más que muchos, de suyo optó por nuestra tierra cuando el Chile que le había expulsado le reabrió su puerta. No sé si Juan Benito, Emilio Alarcos, Mediavilla, Guelbenzu, Caballero Bonald o Manolo Arce, que habían pertenecido al jurado del Premio Tigre Juan, me adelantó que acababan de descubrir a un grandísimo escritor que curiosamente se llamaba como un seudónimo de Martín Santos y que “Un viejo que leía novelas de amor” superaba el “Tiempo de Silencio” del gran escritor donostiarra. Luego Covadonga Bertrand me invitó a conocerle en el antiguo Palacete Miñor, hoy FUNDACIÓN GUSTAVO BUENO. Leí de corrido la novela que, prologada por Juan Benito, editó Silverio Cañada, antes de la exitosa distribución de Tusquets. Estuvimos luego, invitados por don Emilio Olávarri, en la inauguración del Museo catedralicio de la Iglesia y fui sorprendido encontrándome la edición francesa en una gran mesa central de la parisina librería Les Halles. Esa salida, fulgurante en Francia, y luego en Alemania, me dio pie para lamentar en El País, incluso advertir personalmente a Jesús de Polanco, que la crítica nacional todavía no se enteraba pero días después Vargas Llosa me dijo que sí valoraba muy alto a SEPÚLVEDA.
Luis me emocionó, en lo personal, presentando mi CON VISTAS AL NARANCO a instancias de la editora Marta Magadán, cuando el primer encargado, el gran escritor vasco Iñaki Uriarte, también premio TIGRE JUAN, no llegó de su Bilbao. A cambio debía hacerlo con un libro suyo, junto a Pedro de Silva y, creo, su gran amigo Miguel Barrero, en el antiguo Jovellanos
No solo Alarcos, Juan, Arce, Pedro, Media, Pepe Caballero, Munárriz, Barrero y Vargas Llosa hablaban maravillas de la obra de LUCHO sino que Ángel González, hoy sin voz para el pésame, estimaba toda la poesía contenida en esa prosa. Por cierto, una tarde madrileña de aguacero como pronosticaba César Vallejo, Luis cargó arrinquín con Ángel y su paraguas. Hoy el recuerdo, casi plástico, de aquel atribulado paseo madrileño finisecular me deja el alma dolorida, con el inesperado acceso de Lucho junto a Ángel, Alarcos, Juan, Arce, Olávarri…
tb le dieron, antes de instalarse en Asturias un premio local en Langreo
Es nuestra condición, querido Antonio. La alameda de los adioses cada vez más poblada...A
Un dolor su muerte. Un gran escritor y una persona comrometida con sus ideales.A
He sentido mucho la muerte de Luis Sepúlveda, cuya novela “el viejo que leía novelas de amor” me impactó en su día. Sabía que vivía de manera permanente en Asturias pero desconocía que tú le conocías.
Si puedes le trasmites mi pesar a su familia.
Un fuerte abrazo
L
Qué bien haces evocándolo junto a esas otras grandes personas que has merecido tener como amigos . Hoy en la RAI y en Il Corriere lo han dado como noticia de cabecera.
Un abrazo M
Que triste perder a personas como él.
C.
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