EL COMPROMISO
ASTURTRUBIECO
En LNE, 6/5/2020, don Juan Escriña, director de
GDELS-SANTA BÁRBARA Sistemas reitera, con un punto de admonición pedagógica
paternalista, el COMPROMISO CON TRUBIA Y ASTURIAS.
Es una buena letanía de su
parte pero, testigo cualificado que soy de perversiones en el reciente pasado,
no me puedo callar. Y no lo hago pues he constatado cómo impunemente se
portaron de forma cruel y arbitraria con los llamados 55 de Trubia, a los que engañaron vilmente
cerrando la Fábrica de LA VEGA y despidiendo luego contra la promesa a las
autoridades públicas, tras unas semanas de trabajo en Trubia, sustituyéndolos
incluso cuando se precisó por otros de menor antigüedad y experiencia.
Ha quedado superada en nuestra sociedad la tentación a la
disyuntiva moral de negar cuidados por el COVID-19 a los mayores si entrasen en
colisión con jóvenes.
No soy precisamente un creyente en las bondades morales del sistema
capitalista imperante, pero las relaciones sociales tienen límite de decencia
con los trabajadores y hasta con este Concejo del que he sido dos veces
Alcalde, en que tampoco olvido estuve en el Teatro fabril celebrando el
centenario de la incorporación a Oviedo.
La histórica empresa militar, con los actuales gestores, se
ha superado en sus formas lacerante y caprichosa. Ya sé que en este momento no
exigen prácticamente readmisiones ni desde ambientes sindicales ni desde el Ayuntamiento,
que, siguiendo a MAFALDA “piensa en borrador”,
pero permítase reír con cierto fundamento de ese compromiso con el empleo del
que olvidan la enorme injusticia con los llamados 55, sea hoy la que sea su situación individualizada.
A Gonzalo de
Berceo en los inicios de la lengua española, le bastaba un vaso de bon vino
para compensar sus versos, a mí, en la pedestre prosa de hogaño, con mi propia
coherencia y, en Trubia, serena seriedad.
No me creo, en definitiva, ese autoproclamado COMPROMISO CON
TRUBIA Y ASTURIAS.
11 comentarios:
Muy bien!S
Un compromiso es una “obligación contraída”; y las obligaciones “por razón del objeto” son “positivas” de “dar”, “hacer”, o “negativas” de “no dar” y “no hacer”; y amen también, “puras”, “condicionales”., o “termino” Así que para poder conocer de que está hablando ese señor, sería bueno pedirle que determine si la “obligación” que dice contraída es “positiva” de “dar”, en cuyo caso tiene que concretar que “cosa” va entregar; si es de “hacer”, precisar en qué consiste la actividad que va a desarrollar; y si es “negativa” que es lo que “no dará” o “no hará”. Determinado el objeto de la obligación, queda ahora para conocer tal obligación, que no determine que si la prestación de “dar”, “hacer”, “no dar”, o “no hacer” ya definida se va a realizar ya (esto es “puramente”) en una fecha determinada (a termino), o cuando solo si tiene lugar el el futuro determinado acontecimiento;, o por el contrario, si puesta en actividad la actividad o prestación en actividad quedara sin efecto si se realiza en el futuro algún determinando hecho.
Si no es así las palabras del Sr. Escriña, es simple vocinglerismo político y periodístico, pura faramalla; y él, y el un hom
Antonio, muy acertado, a muchos se les atragantara hoy el desayuno...
GENIAL.L
Boina, Antonio.
👌👌👌
Me interesan mucho tus textos y en especial este.M
No compares Torra con Ayuso. Es mezquino y no te pega. Si no abre pronto Madrid ( que sufre la locura crimínal del 8M), Asturias no tendrá dinero para pagar su excelente sanidad pública.
S
No conozco muchas cosas de Asturias más que a través de tus esritos que me interesan cada vez más.D
Saludos desde la provincia más contaminada a la menos.A
Gracias Antonio ,demuestras que tu cimpromiso con los despedidos ,fue y es firme.Reconforta saber que aun hay gente que se acuerda de LA GRAN MENTIRA
Gracias otra vez. Eran los sindicatos que fueron engañados cuando no cómplices los que deberían estar dando la respuesta a la desfachatez de los que una y otra vez engañan y mienten. Esta empresa solo vive de las apariencias, de la imagen ante la opinión pública, sin compromiso, sin productos y sin investigación. Un parásito social y económico que campa como nadie entre la falta de escrúpulos sindicales y las puertas giratorias.
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