Nadia Calviño ha sido descolocada de nave decisiva para las erráticas Política y Economía españolas y aún del sur europeo.
Cuenta, y espero siga contando, con el aval alemán y, sobre todo, con su trayectoria europeísta impoluta dentro del corazón institucional, con prestigio acreditado, pues en mi tiempo eurodiputado oí maravillas a todo el espectro de aquellos entonces (Michel Barnier, Almunia, el equipo de Neeli Kroes…). El gobierno parecía jugaba bien pero ha faltado leve remate de cabeza, pues Nadia es, creo, complemento para la disponibilidad de cuantísimos estímulos financieros ya aprobados que jamás antes alcanzaron esas cifras.
Es evidente que se precisa otorgar confianza a la Europa que cuestiona capacidad gestora y que la doble función, comunitaria y española, de Nadia sería oportuna, aunque no sé si el conjunto gubernamental ofrece mismo crédito.
Cuando utilizo el gerundio “esperando” no quiero caer en el enigmático nihilismo del Godot becketiano ni en deformación del presente sino que la esperanza en Nadia y sus apoyos es apenas para mí paso en la prudencia que ha de enderezar velocidad normalizada.
Más de un buen amigo sostiene que es, en efecto, extraordinaria eurócrata pero sin hechuras políticas para asumir el reto unificador que precisa España. Ni sé ni tengo conocimientos augures. Es bueno, en cualquier caso, el apoyo suscitado dentro y fuera, que trasciende la política partidista. Pronto se despejará si el paso fallido se endereza para mejor futuro. Las circunstancias y las generosidad y clarividencia de partidos y líderes, en cuyas manos está superar lacerante rechazo ciudadano de hogaño, serán factores contextuales.
Mi gerundio es ortodoxo academicismo: acciones simultáneas o casi inmediatas.
Insisto, pues… ¡esperando a Nadia!
8 comentarios:
Por ese mismo valor tan superior al de sus compañeros de los martes monclovitas, mejor una Nadia 100%100 ministra que no part time con el Eurogrupo.
Por otro lado, tú, defensor del método comunitario has sido testigo de la primera vez que la política europea obedece más a sus grandes partidos que a sus gobiernos nacionales. No queríamos llegar a eso?
S
ES PENA PORQUE ELLA VALE MUCHO
Sí, Antonio, ha sido una gran ocasión perdida. Y desde luego, el revés no atribuible a la propia Nadia, que goza de todo el prestigio y reconocimiento. El problema lo insinúas tú de pasada. El "conjunto gubernamental" (ahí le has dado) suscita todos los recelos.D
Antonio, tú crees de verdad que el presidente quería que la eligieran? Si estuviéramos en persona en medio minuto te argumentaría mi pregunta.JM
Una ocasión perdida, querido Antonio. Es bueno recordarlo. Enhorabuena por tu lúcida y necesaria escritura, una vez más. Y abrazos,I
👍👍👍👍👍👍👍
Jg
Ese "gerundio", bien utilizado.
A.
Nadia ,nada ..... que lastima J
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