Fuente: Legado Industrial
A mi puerta tengo HAY GAS, delicioso letrerito que presta en
el mismo sitio de principios del XX.
Hay gas, pero no GAS CIUDAD sino de subsuelo argelino. Antes
provenía mágicamente de hermoso azulino, logo borgeano, frente a la Muralla
medieval. Torrente Ballester vio las zanjas de la ciudad para ese suministro
hogaño terminado.
En mis primeros días municipales recibí a Julián Angulo y
Javier Mesones que ultimaban encargo de mis predecesores para PLAN DE ORDENACIÓN. Además, Angulo deslizó ESTUDIO DE DETALLE PARA FÁBRICA DEL GAS. No
comprendí que el equipo aprovechara para otro documento menor. A Javier lo
conocí entonces, pero no a su socio. Habían pasado más de veinte cuando
almorzamos en casa con un tal Julián, Delegado de Vivienda. Mi progenitor,
obsesionado por Ventanielles y las insistencias del párroco don Hermógenes,
pensé solventaría problemas vecinales o del Palacio de Deportes que faltaba. Me
confundí, no hablamos del emblemático barrio ni del laureado Sánchez del Río,
enemigo de las columnas como Niemeyer lo fue del ángulo recto, sino que la
conversación discurriría por derroteros fantasmales para unir Oviedo, Gijón y
Avilés, incluido ramal a Mieres/Lena, pues se temía programación insuficiente.
El espectro Y me produjo sueño permanente. Por cierto, el gran Sánchez del Río
blasonaba origen con divisa entre humorística y fanfarrona: ¡HARO, PARÍS y
LONDRES!
Cuando en 1983 recibí a Mesones y Angulo, la autopista,
vanguardista aglomerado y sin peaje, era bendita realidad. Pese a antecedentes
oníricos y subconscientes, los argumentos no me convencieron. Publicamos, sin
embargo, para enriquecernos con voz vecinal, El Plan, del que los relevamos
luego por un gran grupo que formó Pedro Blanco. La propuesta sirvió para
paralizar licencias, desvelar fraude del sector construcción y percatarme del
valor de Luis Arce, Secretario consistorial. Al GAS no había en absoluto lugar.
En el emblemático lugar, también de adolescente,
desayunaba entrañables domingos con los
Santullano, Isaac y Pepe Luis, que allí vivían.
Suscribo el artículo, aquí, de Belén Suárez Prieto. ¡No somos
pocos exigiendo abrir la VAQUERO PALACIOS, o EL GAS SIN GAS!
Ahora que se deliberan usos para la
FÁBRICA de GAS, ¿cabría recuperar la colección que sobre sí mismo atesoraba
VAQUERO PALACIOS en Segovia?
1 comentario:
Manuel Buylla Santullano me dice q el gasómetro fue diseñado por Baranda Ruiz
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