Entra el invierno con una sorprendente
imagen desde el despacho. Mientras atardece y espero las habituales manadas de
pájaros, encima del Campo y del Naranco, sin que les alcancen las madrugadoras
luces del Centro Asturiano, hay unas alargadas lonchas de nubes rosáceas por un
sol que debe estar del otro lado del monte totémico. Cómo puedo lograr tal
variedad cromática para mis ojos, desde el verde y marrón arbóreo hasta el
cielo multicolor y los focos amarillentos que pizcan la bajura y la media
ladera.
lunes, 21 de diciembre de 2020
Invierno
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1 comentario:
El parque de San Francisco es un rincón paradisíaco
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