Me entero de la triste desaparición del jurista Gerardo
Entrena Cuesta, con el que tanto solía en noches eotas de plenilunio.
Era con los suyos un enamorado de nuestro paisaje con el
que tuvo amor a primera vista cuando acompañó, como Subsecretario del MOPU, a
Leopoldo Calvo Sotelo en la feliz inauguración del PUENTE DE LOS SANTOS.
Después, también subsecretario, cuando Enrique Barón creó el Ministerio de
Transportes. Desde la altura, PANORAMA BAJO EL PUENTE escribiría Arthur MILLER,
Gerardo debió sentir algo parecido a lo que la literatura médica llama stendalismo, por
el arrebato de Henri Bayle ante la desbordante belleza de Italia. Si Leopoldo
le animaba a conocer la orilla gallega, Gerardo sintió la irrefrenable
curiosidad por el borde astur, la entrada al Paraíso de Cernuda y
De Silva, eligiendo FIGUERAS para sus veraneos familiares. Jurista eminente,
con su hermano, había acuñado original marca administrativa que mucho citaban
mis preceptores en Deusto. Rafael Fernández, en los entonces de los primeros
pasos autonomistas, me encargó discutir con el gobierno UCD un paquete de
transferencias. Para ello me trasladé al número 3 del Paseo de la Castellana,
antigua sede de la Presidencia, donde Manuel Broseta, asesinado luego por los
terroristas etarras, me pidió esperáramos la llegada de Entrena para limar
léxico administrativo, pues reconocía que su especialidad era el MERCANTIL,
donde en efecto fue un fenómeno. Yo ya estaba muy reconocido a la familia de
Gerardo, pues de Angelines y Pepe Jiménez de Parga, sus cuñados, ya he contado
en LA NUEVA ESPAÑA, lo mucho que debo en el remate de mi carrera de abogado.
Gerardo debió ser el primer gobernador de su Granada, ya
con Felipe González. Sus anécdotas y la fabulosa forma de contar, o convertir
en personajes a eoarios entrañables, desde el peluquero a la frutera, me
hicieron gratísimas las horas en el Puerto de AS FIGUEIRAS y en la playa de
ARNAO, lugar que escogió para bañarse otro granadino ilustre, Federico García
Lorca que Gerardo tan bien dominaba, ”entre pan y versos, mejor estos”. Gerardo
y los suyos faltaban a nuestra cita los últimos veranos, los mismos de ausencia
del tercer tertuliano, inolvidable también, Julián Guerra.
Probablemente llegado Agosto nos hayamos librado del
covid, pero se me hace difícil que me quede solo en otra pandemia peor por
irreparable: la falta de la eota tertulia.
2 comentarios:
EMOTIVA Y JUSTA SEMBLANZA.FUE UN EXTRAORDINARIO FUNCIONARIO.B
Muchas gracias por tu comentario Antonio, he procedido de inmediato a enviárselo a mi madre. No sabes cuánto añoraban los dos esas vacaciones en Figueras, donde pasaron seguramente las mejores de toda su vida. Muy a menudo la familia rememoramos esos días, los encuentros cada verano con tantas personas queridas que nos recibían siempre con los brazos abiertos, entre los que te encontrabas tú y y tu familia. De vez en cuando les seguía enviando vídeos de la Ría que encontraba en internet que les llenaban de emoción, aunque fuera la singladura de una nueva embarcación, las diversas festividades y, en fin, donde se viera a sus gentes, lo más importante y mejor de Asturias. De corazón, nuevamente gracias y recuerdos a la familia.
Un fuerte abrazo. Daniel
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